TODO KOONS EN EL GUGGENHEIM DE BILBAO

TODO KOONS EN EL GUGGENHEIM DE BILBAO

TODO KOONS EN EL GUGGENHEIM DE BILBAO

La primera retrospectiva en España con más de 100 obras de uno de los artistas más admirados, odiados y cotizados del momento

Sorprende mucho a quienes, por primera vez, ven sus obras. A otros les llena de indignación mientras se preguntan cuánto hay de arte, provocación o marketing en ellas. También los hay que las califican de geniales. Una cosa es bien cierta y es que Koons sorprende, nunca deja indiferente. Ningún otro artista ha recibido tantas alabanzas e improperios, ninguno es tan querido y odiado. De él se ha dicho que era un “oportunista, un traficante de publicidad y que su modo de fusionar vida y obra le llevará a su destrucción, que es su sino”. No faltan quienes le consideran “el agente más activo de la degradación del arte”. Pero, junto a lo negativo, llega lo positivo: es el “artista vivo más subversivo; una de las figuras más célebres y controvertidas del mundo del arte”. Para muchos, “ha encontrado  su manera de enfrentarse a todas las tonterías del mundo y hacer exactamente lo que quiere”, por eso le consideran “el artista definitivo del momento”.

La exposición Jeff Koons: retrospectiva, organizada por el Guggenheim de Bilbao, el Whitney de Nueva York y el Pompidou de París, cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA y va a servir para que el curioso espectador o el crítico de arte saque conclusiones. Se han reunido algo más de 100 obras, colocadas por orden cronológico, en los 3.500 metros cuadrados de superficie del centro. El mayor espacio en el que ha expuesto sus obras. Hay que decir que los comisarios Lucía Agirre y Scout Rothkopf han hecho un excelente trabajo. Koos se siente muy contento: “Es una instalación increíble. Tiene mucho que ver con la elegancia de la arquitectura. Las piezas se ven sin agobios.”

Todo Koons está ahí representado, en los 11 espacios en los que se ha dividido la muestra. El primero, Los Hinchables. Antes de Lo Nuevo. Lo nuevo tiene objetos de vinilo comprados en los bazares de la 14 de Manhatan, los pequeños electrodomésticos, las aspiradoras y enceradoras nuevas con recuerdos muy profundos a Dan Flavin, Duchamp y sus ready made, el pop Art y el dadaísmo. El artista los eligió por ser máquinas que parecen vivas, porque se hinchan y deshinchan como las personas cuando respiran. En Equilibrio, están los balones de baloncesto flotando a media altura en tanques de agua para cuyos cálculos pidió ayuda al Nobel de Física Richard Feynman. También los botes Salvavidas fundidos en bronce, que sirven para no ahogarse, pero también para hundirse porque son de metal.

Los objetos asociados con el consumo del alcohol –el trenecillo del oeste lleno de licor-y sellado están en Lujo y Degradación y en Banalidad. Una de las esculturas que más llama la atención es Michael Jackson y Bubbles, en porcelana. Es una composición piramidal con la que el artista pretende evocar el recuerdo de la famosa Piedad de Miguel Ángel. Una mirada al buhonero Kiepenkerl, escultura en acero inoxidable pulido, antes de llegar alHecho en el Cielo, donde el grupo escultórico de Koons y su exmujer, la célebre Cicciolina, como modernos Adán y Eva les representa en pleno acto sexual.

La exposición sigue con la historia del perrito Puppy  –la escultura floral colocada desde su adquisición en 1997 en la plaza donde se alza el museo-; la de sus conocidos Perros globo (magenta), El gato colgador, Popeye o Hulk –que posa como si fuera Elvis Presley–, la Langosta –un homenaje a Dalí- y el Conejo, una de sus imágenes más reconocidas (entre el erotismo o la inocencia). Al final de todo, la serie Serie Reflejante. Esto es, esculturas clásicas hechas de yeso –que carece de vida- sobre las que Koons ha colocado esferas brillantes de vidrio soplado que captan el reflejo de lo que sucede.

Durante su presentación ante los medios, Koons charla con los periodistas y, más tarde, en su paseo por entre sus obras, posa una y otra vez para los fotógrafos en muy diversas actitudes: escondido entre ellas o sorprendiendo al aparecer de repente. Habla de Platón y su filosofía, además de la poca importancia que da al dinero. “Es algo abstracto que está lejos de mí. La recompensa en el arte es algo diferente que yo valoro mucho”, afirma. Alude al poder del arte para crear asombro e imaginación y a su admiración, a veces rivalidad, que siente por Dalí. Al artista, le gusta el contraste, el enfrentamiento entre distintas culturas. Y así, frente al poder absoluto de la monarquía, representada por el busto en metal de Luis XIV, sitúa la estatuilla del popular actor Bob Hope, o crea la gigante estatua de Popeye, héroe proletario y símbolo del triunfo.

¿Cuanto hay de arte, marketing, genialidad o frivolidad, sorpresa e imaginación en la obra de Koons? Hay respuestas para todos los gustos. Pero bien es cierto que no pasa desapercibido. De él se puede admirar su tesón, su lucha por llegar hacer lo que quiere, por ofrecer, como afirman algunos, lo que la sociedad hoy pide. No es un personaje cualquiera. El cuento de Andersen El traje nuevo del emperador en el que se paseó desnudo ante la Corte creyéndose vestido con una tela especial, fruto del engaño de unos pícaros, sin que ninguno de sus súbditos se atreviera a reconocerlo porque significaba que eran ineptos y estúpidos, cruza por un momento la mente del espectador. Fue un niño quien, en medio de la multitud gritó: ”Pero si va desnudo”. Pues eso.

Abierta hasta el 27 de septiembre. Maria Pura Ramos.

Jeff Koons. Conejo. 1986. Acero inoxidable. 104,1 x 48,3 x 30,5 cm. Museo de Arte Contemporáneo de Chicago. © Jeff koons.
Jeff Koons. Michael Jackson and Bubbles. 1988. Porcelana. 106,7 x 179,1 x 82,6 cm. Edición 1/3. Colección Particular. ©Jeff Koons.
Jeff Koons. Puppy. 1992. Acero inoxidable, sustrato, tele geotextil, sistema de irrigación interno y plantas en floración. 1.240 x 830 x 910 cm. Museo Guggenheim, Bilbao. © Jeff Koons.
Jeff Koons. Perro globo (magenta). 1994-2000. Acero inoxidable pulido con acabado espejo y con laca de color translúcida. 307,3 x 363,2 x 114,3 cm. 1/5 versiones únicas. Colección Pinault. © Jeff Koons.
Jeff Koons. Tulipanes. 1995-2004. Acero inoxidable pulido con acabado espejo y con laca de color translúcida. 203,2 x 457,2 x 520,7 cm. 1/5 versiones únicas. Museo Guggenheim Bilbao. © Jeff Koons.
Jeff Koons. Antigüedad. 2009-2011. Óleo sobre lienzo. 259,1 x 350,5 cm. Colección particular, cortesía de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte. © Jeff Koons.
Jeff Koons. Tela metálica. 2003. Aluminio policromado, acero galvanizado. 264,2 x 174 x 48,9 cm. Edición 3/3. Colección particular. © Jeff Koons.
Jeff Koons. Hulk (Órgano). 2004-2014. Bronce policromado y técnica mixta. 237,3 x 127,6 x 80,3 cm. Edición 2/3. Gagosian Gallery. ©Jeff Koons.