La paralización mundial de la que estamos siendo testigos tendrá efectos desconocidos en todas las áreas. Uno de los nichos del mercado del arte con más estabilidad en los últimos años, el antiguo, se encuentra en una encrucijada. Si las costumbres sociales cambian o si este confinamiento y distancia social prevalecen durante el suficiente tiempo, deberán replantearse su aproximación al público.