Dedicado a Santo Tomás de Villanueva fue encargado por la familia Colom hacia 1676. Este escultor del barroco catalán realizó notables trabajos para la élite nobiliaria, destacando entre ellos la cripta y otros sepulcros como el de Alfonso V el Magnánimo, creado junto a su hijo Francisco, para el Monasterio de Poblet hacia 1660-74 por encargo del Duque de Cardona.