Por tercer año consecutivo la casa de subastas inglesa triunfa en Londres con su venta dedicada a piezas australianas. Fue una apuesta arriesgada por parte de Tim Klingender, especialista de arte australiano, el llevar a cabo hace ya tres años la primera subasta dedicada exclusivamente a obras aborígenes fuera de Australia. Tradicionalmente, sus compradores habían sido coleccionistas australianos y se desconocía si serían igualmente atractivas a nivel internacional