4,6 millones de dólares por el Sátiro con ninfa de Rubens en Christie’s Nueva York
El lienzo fue presentado en la venta dedicada a pintura antigua del día 19 de abril junto con obras de Antonio Moro, Alonso Sánchez Coello y Tomás Hiepes.
Dentro de la prolífica producción del artista nacido en Amberes, podemos destacar la década de 1620 como una de las más originales. La pieza que nos ocupa, fechada en 1621, representa a un sátiro sosteniendo una canasta llena de uvas y membrillos acompañado de una ninfa a sus espaldas.
Los sátiros son un motivo recurrente en la obra del pintor, pero hay un puñado de ellos -junto con este lienzo hay que remarcar el perteneciente a la Alta Pinakothek de Munich- que cuentan con una expresión singular. El artista adquiriría en 1619 una pieza que ha venido a denominarse como el Vaso Rubens. De manufactura bizantina y tallada en altorrelieve en un solo bloque de ágata, presenta motivos vegetales flanqueados por sendas máscaras de sátiros sonrientes y de mirada fija. La inspiración obtenida por el pintor de esta singular obra para las caras de sus personajes mitológicos ha sido señalada por varios autores, como Konrad Renger.
Sin ningún sentido admonitorio o sesgo moral la escena encarna una elocuente joie de vivre que fue admirada durante todo el siglo XVII como contribución especial del artista.
La pieza, que partía con unas estimaciones de 5 a 7 millones de dólares, se remató en 4,6 millones de dólares y se coloca entre las mejores ventas del autor. Con una procedencia que probablemente se remonta al mismo Rubens, ha cambiado numerosas veces de manos en los últimos 40 años (el anterior propietario la adquirió de la galería madrileña Caylus en 1998).
Cómo rareza, Christie’s presentó un Retrato de Alejandro Farnese obra de Antonio Moro y su discípulo Alonso Sánchez Coello, que finalmente se adjudicó por 2,1 millones de dólares. Es inaudito que una pieza de tanta calidad de dos de los retratistas predilectos de las cortes europeas del siglo XVI -entre ellas la española- haya salido a subasta. La calidad de los lienzos ofrecidos hasta el momento había sido mucho más mediocre, no superando los 400.000 dólares de remate en ningún caso. Esta vez la casa de subastas dio una pieza de nivel museístico, que no palidecería al lado de ninguno de los magníficos ejemplos conservados en el Museo del Prado. Se abrió así una oportunidad única, que los coleccionistas interesados en el retrato renacentista no dejaron pasar. Este resultado marca un nuevo récord para la pareja de pintores, y los sitúa en su lugar merecido dentro del mercado internacional.
Merece mención de honor, en la segunda venta del día dedicada a Old Masters, el bodegón de Tomás Hiepes. El artista Valenciano no ha tenido la mejor trayectoria en el mercado internacional en los últimos años debido a sus escasas ventas, pero en esta ocasión ha conseguido resarcirse con un remate en 75.000 dólares. La adjudicación de lote podría significar un cambio de rumbo en la cotización del pintor y animar así a la salida a mercado de obras que llevan décadas ocultas.
La sala neoyorkina completará su semana dedicada a antigüedades con una subasta especializada en objetos excepcionales (20 de abril), la mayoría de ellos artes decorativas. Entre las más espectaculares está un aguamanil de plata holandés del siglo XVII, salido del taller de Adam van Vianen en Utrecht. La pieza, considerada la única que queda de su clase en manos privadas, es toda una declaración de intenciones por parte de un orfebre que se consideraba más un artista que un artesano. Van Vianen estuvo a cargo tanto del diseño como de la ejecución y demostró su maestría en ambos ámbitos. El estilo de la pieza es una invención del mismo y en la técnica consiguió realizar el objeto con una sola lámina de una purísima plata. Con una estimación no revelada, Christie’s apuesta por ella como la gran sorpresa de la jornada. Héctor San José.