Sabiduría y esplendor del patrimonio Complutense
El Centro de Arte Contemporáneo de la Universidad presenta una exposición integrada por 70 obras procedentes de los fondos de sus facultades, colegios mayores y resto de dependencias. Ofrece un recorrido por siete siglos de arte, eminentemente español, que se inicia con unas tablas del siglo XV y continúa por Sorolla o Zuloaga, para terminar con Chillida, Tàpies y varios jóvenes autores.
Hay ocasiones en las que una exposición no es más que el último esfuerzo de todo un trabajo de investigación. La parte visible que se ofrece al público, la punta del iceberg. Eso es lo que ocurre con Sabiduría y esplendor, la muestra que se acaba de inaugurar en el Centro de Arte Contemporáneo Complutense (c arte c). Se compone de 70 obras, pero estas apenas rebasan el 1% del total catalogado: unas 6.000 piezas.
Tres años de búsqueda, estudio y ordenación de todas las dependencias de la Complutense –facultades, colegios mayores, residencias o incluso el Centro de Cálculo– han dado como resultado esta exposición, comisariada por José María Quesada.
El historiador no ha dudado en ‘asaltar’ el despacho del rector –Joaquín Goyache– para pedir prestadas un par de pinturas de Rafael Zabaleta, que ahora se exhiben en las salas junto a obras de coetáneos como Joaquín Sorolla o Mateo Inurria.
“Hemos recorrido la práctica totalidad de los edificios de la Complutense, desde los históricos a las facultades, lo que nos ha permitido vislumbrar la riqueza de sus colecciones. Este trabajo supone la actualización de un inventario que en principio ya estaba muy bien hecho, pero que necesitaba completarse. Se trata de una de las instalaciones públicas más antiguas que mayor dinamismo ha creado y que sigue siendo un mecenas activo dentro del panorama español actual”, explicó Quesada durante la inauguración.
Sabiduría y esplendor: joyas de la Universidad Complutense de Madrid comienza con un retrato del cardenal Cisneros, principal promotor de la entidad. Él es quien da la bienvenida al visitante, retratado por Eugenio Cajés entre otros, como el anfitrión de la casa. Y con él nos adentramos en un viaje por siete siglos de historia que se organiza de forma cronológica.
“En la época del Cardenal empezó una etapa de mecenazgo artístico muy activo que perdura hasta nuestros días, con el apoyo y promoción del arte contemporáneo”, destaca Goyache. Dicha riqueza patrimonial se muestra ahora gracias a esta selección de 70 obras, entre pinturas, esculturas, grabados, globos terráqueos y relojes que constituye además el legado de la Complutense. Su pasado y su presente (porque también hay piezas de jóvenes autores).
Una ocasión especial, por tanto, de acercarse a algunas de las joyas que permanecen dispersas por diferentes dependencias y que rara vez se muestran a ojos del público (la última vez que los tesoros de la Complutense se exhibieron fue en 1989, cuando Cruz Valdovinos comisarió Artificia complutensia).
En las primeras salas de Sabiduría y esplendor un par de tablas hispanoflamencas cuelgan junto a Cristo en el Calvario de Juan de Borgoña, que se mide con otro Jesús con la cruz a cuestas de Michel Coxcie.
Más adelante, un gran lienzo de Francisco Rizi convive con otras obras barrocas madrileñas como María Magdalena despojándose de sus joyas o San Francisco de Asís en la zarza, que el comisario atribuye a Matías de Torres. También hay un par de retratos reales de Carlos IV y María Luisa de Parma pintados por Mariano Salvador Maella.
Goya y Piranesi muestran lo mejor del grabado, tanto patrio como extranjero. Hasta llegar al siglo XX, el mejor representado en la muestra gracias al Equipo Crónica, Chillida, Tàpies, Ouka Leele, Erik Butatov y Flora López Castrillo, cuya Marina procedente del Prado y depositada en una institución se ha prestado para la ocasión.
El Premio Joven y los carteles para los Cursos de Verano de El Escorial proporcionan varios ejemplos de arte de nuestro siglo, demostrando que el legado de la Complutense sigue creciendo cada año.
La muestra podrá visitarse en la sala c arte c de forma gratuita hasta el 10 de diciembre y es una iniciativa que destaca por ser un proyecto integral y complejo, que ha implicado no solo préstamos excepcionales, sino también numerosas restauraciones y nuevos marcos. Para que esa ‘punta del iceberg’ luzca lo mejor posible. Sol G. Moreno