Buenos resultados de numismática en octubre
Las 5 liras de María Luisa de Parma de 1821, los 12 rublos de platino de 1834, los 20 céntimos de 1908, los 5 taler de Friederich Ulrich de 1614 y el áureo de Cassius Longinus y Servillius sobresalen en las piezas de numismática subastadas el pasado mes.
En Alemania Gorny&Mosch presentaba un remate en varias sesiones los días 14 a 16 de octubre. Aunque hubo lotes sin vender, la tónica general fue buena. El bello tetradracma de Samos que salía en 12.000 euros se fue hasta los 16.000. Llamativo el resultado de una estátera de Phokis, Delphi, que no estaba en una condición especialmente atractiva y que, sin duda, cautivó al coleccionista, ya que desde la salida de 8.000 euros se fue hasta los 15.000. El octodracma de Ptolomeo que se antojaba con una salida baja en 6.000, solo subió hasta los 7.500 euros. El bellísimo didracma de Épiro con excepcional calidad dobló su salida, rematándose en 8.000 euros. Hubo varios tetradracmas entre los 4.000 y 7.000 euros, y otro de Camarina en 9.500. También un par estáteras de oro de Misia que se vendieron muy bien, rematándose en 6.000 y 6.500 euros. Las piezas romanas también arrojaron buenos resultados. El áureo de Cassius Longinus y Servillius que salía en 24.000, se remató en 44.000 euros.
Hubo algún lote retirado de la venta, pero otros ejemplares sí pudieron rematarse y encontraron nuevo comprador, como el Aureliano que salía en 12.000 y se fue hasta los 18.000 euros. Un bonito sestercio de Calígula se adjudicó en 6.500 euros, muy por encima de los 4.500 de la salida. En el apartado de moneda del mundo hubo un par de docenas de piezas que se fueron a los cinco dígitos. Los 37 ½ rublos de Nicolás I que salían en 60.000, se fueron hasta los 90.000 euros. Y los 5 taler de Friederich Ulrich de 1614 que salían en 32.000 se remataron finalmente en 60.000 euros. Por último, resaltar el incremento que lograron los 10 ducados de 1733 de Sachsen, un bello ejemplar áureo, que salía en 8.000 y no cerró la venta hasta que el martillo zanjó la disputa en 30.000 euros para el nuevo coleccionista.
A este remate, le siguió la venta al público de Áureo&Calicó. La dobla de oro de Sevilla de Alfonso de Ávila que salía 12.000 euros, dobló su remate en 24.000. Los 4 cruzados portugueses de Juan IV de 1645 se adjudicaron en la salida de 32.000 euros. Sin embargo, la otra pieza de María II de 20.000 reis, no encontró comprador para su salida de 16.000. Sí se vendió bien un 100 reales de Isabel II de Sevilla, 1852 sobre 1, al parecer única sobre fecha conocida; desde los 12.000 se fue hasta los 16.000 euros. Tampoco encontró comprador la onza de Felipe V de México de 1732 (salía en 30.000). La medio onza de Segovia de 1611 sí logro cautivar a un coleccionista que se la llevó en 31.500 euros. La clasificada como única conocida de Sevilla de 1609 fue retirada. El áureo de Trajano Decio que salía en 4.000 se adjudicó en 6.500. Y el sólido de Constantinopla, Pulqueria, que salía en 3.000, se remató en 3.400 euros.
Seguidamente, en Cayón Subastas se cerraba otra subasta electrónica. Pocos lotes no adjudicados, pero entre ellos el raro dirham de los Hudies de Lérida que salía en 1.500. Las 100 pesetas de Alfonso XII de 1897 se fueron en 1.550 euros (con salida en 1.200). También arrojaron buenas cifras varias piezas extranjeras de oro: el panda chino que salía en 790 euros se adjudicó en 1.200. El 50 pesos del centenario méxicano se fue de los 1.190 a los 1.400, los 100 francos de Mónaco que salían en 750 encontraron un comprador en los 1.100 euros.
Y de España a Suiza con las ventas de la casa Sincona. Unas veinticinco piezas se vendieron en cifras de 5 o 6 dígitos. Había cuatro piezas rusas con salidas en 100.000 o más francos suizos (chf); solo dos encontraron comprador, pero ambas arrojaron cifras muy importantes. El ducado de 1701 de Pedro I que salía en 200.000 chf dobló la cifra, rematándose en 400.000. Los 12 rublos de platino de 1834 que salían en 100.000, se fueron hasta los 150.000. El bello 4 ducados de Bern de 1798 que salía en 25.000, se vendió en 32.000; las raras libras Adelaida (australianas) de 1852 sin embargo quedaron desiertas (salida 40.000). Más de treinta lotes, en la parte de moneda del mundo, alcanzó los cinco dígitos. Incluso la moneda suiza, que últimamente su mercado parecía más cansado, dejó jugosos resultados. Así, los 2 francos de 1896 de Bern que salían en 35.000, se remataron en 47.500; y el ½ franco de 1896 de la misma ceca, que salía en 25.000, se fue hasta los 38.000.
Concluimos con el asta de San Marino de la casa Nomisma. Sin duda un remate importante, sobre todo de moneda local, pero arrojando unas cifras notabilísimas para cualquier mercado, más para el italiano que tampoco gozaba en los últimos años, probablemente, de su mejor momento. Alrededor de un centenar de piezas rematadas en 5 dígitos o más, incluyendo cinco lotes en seis dígitos. Las 5 liras de María Luisa de Parma de 1821 que salían en 250.000 euros, finalmente se adjudicaron en 310.000 euros. Las 20 liras de Víctor Manuel I de 1821 en calidad flor de cuño se vendieron en la salida (150.000). Las 50 liras de Víctor Manuel II de 1864 incrementaron su remate un 20% desde la salida de 150.000 euros. Los 10 céntimos de 1908 y 20 céntimos de 1863 (120.000 y 100.000 euros) corrieron distinta suerte; el primero no encontró comprador y el segundo sí lo hizo en 111.000. En el apartado de moneda antigua destacábamos dos áureos: uno de Tácito y otro de Ostiliano con la misma salida de 20.000, y ambos se vendieron en la misma cantidad, 21.000 euros cada uno. Enhorabuena. Juan Cayón