Remate en 60.000 euros para un Romero de Torres en Alcalá Subastas
Se vende a un pujador telefónico por el precio de salida.
El resultado cosechado por el lote 965, un lienzo obra de Julio Romero de Torres, resultó ser el mejor de las dos jornadas de ventas celebradas por Alcalá. 60.000 euros es un precio respetable para esta pieza, pero resultó algo anti-climático ver cómo se adjudicaba por la salida a un pujador telefónico, sin que ninguno de los presentes se animase a contraatacar con una puja superior.
La cita en su conjunto no fue todo lo exitosa que hubiese cabido esperar -o al menos lo vistosa que se hubiese deseado-, los lotes de más valor pasaron inadvertidos -con la excepción del mencionado Romero de Torres- y prevalecieron los de estimaciones más discretas.
Y no, no hubo quien se atreviese con el Juan de Juni. Cuando le llegó su turno la sala estaba más llena que de costumbre, eso sí, para tratarse de la última hora del último día de subasta. El lote 1118 llegó, se contuvo la respiración durante un segundo, y el martillo bajó sin que ni una paleta se hubiese movido un centímetro. La razón, no cabe demasiada duda, fue la “oportuna” declaración de inexportabilidad por parte de un Ministerio de Cultura que también se abstuvo a la hora de la verdad.
Fuimos testigos también de algunos resultados que vienen a ser constantes, como la venta del Torerillo de Gabriel Morcillo, que por pujas ascendió de 9.000 a 12.000 euros, su precio final. Tampoco desilusionó Sorolla, con El cabo de San Antonio, Jávea, que también escalaría desde los 17.000 iniciales a 30.000 de remate tras un breve tira y afloja que se decidió a favor de un teléfono.
En artes decorativas sobresalió el lote 419, una pareja de candelabros en bronce dorado sobre columnas, salió en 15.000 euros y se adjudicó en 27.500. Resulta una pieza que podría encajar con un gusto muy determinado del mercado internacional, así que no deberíamos descartar que su nuevo dueño solo lo sea temporalmente.
En contemporáneo un lote en particular, el 248, el cuadro de José de Togores, llamó la atención especialmente, atrayendo compradores con sus 20.000 euros iniciales y rematándose en 25.000 euros.
Por último, debemos comentar el éxito de fondo que tuvieron las piezas de joyería con precios medios. Se pudo ver a bastantes pujadores en sala que, a todas luces, eran comerciantes especializados que sabían perfectamente lo que estaban adquiriendo. También es evidente la atención de otros vendedores, los especializados en arte oriental. Tras el resultado tan sorpresivo en la anterior licitación de una cerámica que todos habíamos pasado por alto, no es descabellado pensar que cada vez más conocedores del sector vuelvan una mirada atenta a Alcalá por si se vuelve a repetir esta situación. Héctor San José. @hectorsanjose_