A 2560
REGRESO A LA BELLEZA EN MAPFRE
La Fundación Mapfre ha presentado recientemente una exposición en la que el arte italiano de las primeras vanguardias vuelve a los valores de la antigüedad clásica.
Consiste en una recopilación de más de 100 obras pertenecientes al arte italiano de entreguerras, corriente cuyos representantes volvieron la mirada a los valores clásicos de la armonía y la belleza. En ‘Metafísica del tiempo’ se exponen obras de Giorgio de Chirico y Carlo Carrà, dos figuras imprescindibles de esta tendencia. De Chirico presenta objetos cotidianos mezclados con elementos clásicos, vaciados de estatuas o bustos que remiten a ese sentido de lo antiguo que gustaba al pintor. Por su parte, Carrà presenta el tema del bodegón con una interpretación metafísica, una composición de objetos cotidianos incoherentes.
‘Evocaciones a lo antiguo’ presenta un grupo de pintores conocidos bajo en nombre de “Novecento” que pretendían acabar con las primeras vanguardias y volver a la esencia de la cultura italiana. Estos fueron Mario Sironi, Achille Funi, Leonardo Dudreville, Anselmo Bucci, Ubaldo Oppi, Piero Marussig y Gian Emilio Malerba, entre otros.
La tercera sección se titula ‘Regreso a la figura’ y se centra en la tradición del retrato. Antonio Donghi, Ubaldo Oppi o Piero Marussig fueron los pintores que se unieron al gusto por la figura en clave clásica, pero también destaca Massimo Campigli con sus dos obras Las dos hermanas, 1929 o Mujeres con guitarras, 1927.
Y por supuesto tenía que haber un apartado dedicado al desnudo como modelo, soporte indiscutible para expresar la belleza clásica. Felipe Casorati fue uno de los mayores exponentes y Cagnaccio di San Pietro destaca por el contenido social añadido en sus pinturas, manteniendo, eso sí, las características del movimiento al que pertenecía.
Tampoco puede faltar el género del paisaje. El recorrido dedica una sala para esta temática. En ella se aprecian calles de ciudades, edificios, puentes, naturaleza… escenarios rurales, urbanos e industriales que despiertan en el espectador un sentimiento de inquietud y melancolía. De esta sección se pasa a otra bastante relacionada: ‘La poesía de los objetos’ donde se recoge el motivo de los bodegones, tema también indispensable para hablar de tradición. De este apartado destaca Giorgio Morandi.
La muestra se cierra con un tema muy común de la pintura italiana de este periodo: ‘Las edades de la vida’. En ella se tratan los motivos de la maternidad, la senectud y la infancia. Destaca de forma considerable la obra Retrato de Renato Gualino, de Felice Casorati. El pintor, a través del joven representado cual príncipe del Quattrocento por su gesto y su porte, rinde un homenaje a los retratos italianos del Renacimiento.
La muestra ha sido organizada en colaboración con el Mart, Museo di Arte Moderna e Contemporanea di Trento e Rovereto, y cuenta con préstamos de numerosas colecciones particulares e instituciones internacionales, entre las que cabe destacar la Pinacoteca di Brera, el Museo del Novecento de Milán, el Musée d’Art Moderne de la Ville de París, la National Gallery de Praga o el Museo Morandi, entre otros.
Hasta el 4 de junio en la Sala Recoletos, 23. Ana Robledano Soldevilla.