Descripción
Carlos V recurrió al mármol para plasmar su ideario de poder imperial y para ello se hizo efigiar por los mejores escultores de la época. A una de estas obras alude el tratadista Giorgio Vasari en sus Vidas cuando se refiere a Tommaso Lombardo, autor veneciano al que Rosario Coppel atribuye este busto original del monarca.
Texto: Rosario Coppel