Descripción
Incluso para un museo con una trayectoria rompedora como el Detroit Institute of Arts, fue complicado comprar La pesadilla de Füssli. Su director tardó cinco años en convencer al patronato de la adquisición. Esta es la historia de cómo acudió a psicoanalistas, filántropos y futuros coleccionistas hasta conseguir su objetivo.
Texto: Salvador Salort-Pons