Descripción
Entre 1769 y 1771 el aragonés estuvo en Italia. Allí conoció a Batoni, el pintor más famoso del momento. La asimilación de su estilo se hace presente en el retrato del conde de Miranda que Paolo Erasmo Mangiante le reatribuye. Su radiografía desvela una composición previa muy próxima a los modelos del artista italiano.
Por Paolo Erasmo Mangiante