Descripción
Entre 1570-1577 el pintor residió en la Ciudad Eterna para ampliar su formación. En el círculo artístico en torno a los Farnesio conoció al escultor Guglielmo della Porta, cuyos crucificados le sirvieron de modelo para una serie de cinco pinturas del mismo asunto, de pequeño formato y sobre distintos soportes. Una de ellas acaba de incorporarse al Museo del Greco de Toledo, lo que permite analizar con detalle el conjunto.
Texto: José Redondo Cuesta