Descripción
La corte imperial rusa es una de las más ricas de Europa. Sus bailes y ceremonias han quedado en la retina de los coetáneos como símbolo del poder absoluto del zar. Las joyas, los trajes bordados en oro y las condecoraciones que lucieron Alejandro III y su mujer María Fyodorovna durante el acto de coronación son un ejemplo de la fastuosidad de la corte. El Hermitage de Amsterdam recupera aquella época dorada y convierte el edificio en un baile constante de princesas, oficiales militares y diplomáticos. El corazón de los Romanov vuelve a palpitar de nuevo.
Por Sol G. Moreno