Descripción
Descender a los bajos del barrio de Chamberí en los que se aloja el estudio del artista canario Juan Bordes es prácticamente un rito iniciático. Allí, como en el antro de Trofonio, se aloja el saber y se acumula el trabajo de un arquitecto, que es eso y mucho más… una suerte de templo donde la escultura recoge los gestos del pasado para hablarnos de su futuro.
Texto: Alejandro Martínez Fotografía: Imagen M.A.S.