‘PINTA LO QUE CONOCES Y AMAS’, LA PINTURA REALISTA DE ANDREW Y JAMIE WYETH

‘PINTA LO QUE CONOCES Y AMAS’, LA PINTURA REALISTA DE ANDREW Y JAMIE WYETH

Andrew Wyeth. «Lejanía», 1952. Pincel seco sobre papel. The Phyllis and Jaimie Collection

‘PINTA LO QUE CONOCES Y AMAS’, LA PINTURA REALISTA DE ANDREW Y JAMIE WYETH

La obra de Andrew Wyeth (1917- 2009) y de su hijo Jamie (1946) es poco conocida en España. Sin embargo, como afirmó Guillermo Solana, director del Museo Thyssen en la apertura de la exposición –Wyeth: Andrew y Jamie en el estudio– dedicada a ellos, “su pintura es la encarnación misma del arte americano en el siglo XX”. Se han reunido 60 trabajos procedentes de instituciones y colecciones privadas junto a la única pintura de Andrew que guarda este museo. Es un precioso retrato, Mi joven amiga, un temple sobre masonita, fechado en 1970. Por supuesto que no está el que tal vez sea el más famoso, El mundo de Cristina Woolf, que guarda el MoMA y que no cede nunca.

Solana admite que aunque estaba deseando poder organizar esta exposición conocía el riesgo que entrañaba: dos artistas de un mismo tronco. Padre e hijo son pintores que habían compartido estudio –en el que, por cierto, sonaba una música a todo volumen–, además de una misma sensibilidad y una misma técnica. Pintura realista y minuciosa, hecha con sumo cuidado, que no desdeña ningún género: retrato, paisaje, animales o bodegones. Todo ello creado con un increíble virtuosismo que resulta fácil de ver y comprobar. Basta con detenerse un momento frente a cada obra. Pero la exposición es un hecho y ha contado además para su presentación con la presencia del hijo, Jamie.

Las vidas del padre y el hijo son parecidas. No es extraño. Ambos se criaron en familias creativas y amantes de los libros. Ambos tuvieron las mismas influencias. Ambos fueron igualmente niños prodigio. El padre de Andrew –abuelo por lo tanto de Jaime– fue un excelente ilustrador de clásicos del género de aventuras como Robin Hood o La isla del tesoro que supo transmitir sus inquietudes a hijo y nieto. De él aprendieron las técnicas artísticas y a dedicar muchas horas al dominio del oficio. Claro que hay diferencias entre la obra de uno y la del otro. En la de Andrew se percibe un espíritu casi religioso por su austeridad y sobriedad. Su gusto por pintar las cosas más cercanas y familiares trae a la memoria el recuerdo de la pintura alemana y holandesa. En la de Jamie, en sus primeros retratos, “comparte ese mismo rigor austero de su progenitor para dar, más tarde, entrada a un espíritu travieso y juguetón, a veces perverso, con una técnica que aún siendo realista acaba revelando que en su padre estaba latente algo de esta travesura”, según palabras de Guillermo Solana.

El Comisario Timothy J. Standring, conservador de pintura y escultura de la Gates  Foundation del Denver Art Museum, aclara “que los Wyeth pintaban solo cuando sentían una emoción profunda”, que él resumiría en “pinta lo que te inspire en cada momento, pinta lo que conoces y amas”. Las  60 obras reunidas las ha dividido en 7 capítulos: Padre e hijo; Amigos y vecinos; Lugares compartidos; Desnudos; Animales; Control y exuberancia y Extraños prodigios. En cada uno ha repartido las pinturas en justo y perfecto equilibrio. En Padre e hijo ha colgado el Retrato de Andrew Wyeth que Jamie pintó en 1969. Un cuadro de fondo oscuro en el que solo el rostro sombrío está iluminado. Tal vez para compensar tanta sobriedad Jamie aseguró que su padre era una persona muy divertida.  Los retratos que figuran en Amigos y vecinos  sólo fueron posibles si el modelo era amigo. “No los pinto por su fisonomía sino por lo que transmiten. Hay que saberlo todo de ellos; si no te quedas en la piel”, afirma Jamie.

Los bosques, colinas, árboles y paisajes de Pensilvania están en Lugares Compartidos. Llaman la atención dos acuarelas: El roble (Andrew) y Tronco del río (Jamie). En el apartado Desnudos hay varios firmados por Andrew, quien no se interesó verdaderamente por ellos hasta 1968. Su modelo preferido fue una joven vecina Siri Erickson. De ella son varios de los dibujos y un temple titulado La Virgen. Los animales, no solo los domésticos, figuran en varios de los lienzos como Raccon y Ternero, de Andrew y el prodigioso cordero El isleño. Prodigioso por el detalle en la pintura de los mechones de lana que cubren el cuerpo del animal. En Control y exuberancia se muestran acuarelas –Tortuga del río Brandwine (Jamie), Rompiente en el arrecife (Andrew)– y óleos de paisajes e interiores. El último capítulo es el de la fantasía. Tanto a Andrew como a Jamie les fascinaba lo fantástico y buscaron inspiración en historias complicadas o en la célebre fiesta del Halloween para reflejarlo en sus pinturas. Hay trabajos sobre estos asuntos pero tal vez guste más la serie de Los siete pecados capitales. Son siete acuarelas y gouache de Jamie en las que 2 aves representan cada uno de ellos.

Wyeth: Andrew y Jamie en el estudio estará abierta hasta el 19 de junio de 2016. María Pura Ramos

Jamie Wyeth. “A.W.trabajando en la seie Pis”, 2007. Acrílico, óleo y acuarela sobre cartón. The Phyllis and Jamie Wyeth Collection
Jamie Wyeth. “Estudio de Orca”.3, 1990. Técnica mixta sobre cartón.
Andrew Wyeth. “Christina Olson”, 1947 . Temple sobre tabla. Myron Kunin Collection of American Art.
Jamie Wyeth. “Retrato de Andrew Wyeth,” 1969. Óleo sobre lienzo. Colección privada.