PEREGRINACIÓN Y BELLEZA DEL MAESTRO MATEO
El Museo del Prado, la Real Academia Gallega de Bellas Artes y la Fundación Catedral de Santiago han presentado hoy en Madrid la exposición Maestro Mateo en el Museo del Prado, con la colaboración de la Xunta de Galicia, el Xacobeo, el Consorcio de Santiago y la Diputación de La Coruña. Además Samsung, miembro protector en el Museo del Prado, ha desarrollado una aplicación y ha dispuesto gratuitamente algunas tabletas para que los visitantes puedan profundizar en una serie de contenidos que contextualizan la muestra, lo que permitirá que ahonden en la figura del Maestro Mateo, escultor y arquitecto, y la evolución arquitectónica del templo compostelano, desde sus orígenes en el año 820, hasta su conclusión en 1211.
En el acto de presentación intervinieron Miguel Zugaza, director del Museo del Prado, que destacó que es la primera vez que se exhiben estas piezas del Maestro Mateo fuera de Santiago de Compostela y que es un proyecto ciclópeo por su significado, algo en lo que ahondó Manuel Quintana, presidente de la Real Academia Gallega de Bellas Artes al calificarla de muestra única e irrepetible. El director de la Fundación Catedral de Santiago, Daniel Lorenzo, habló de la emoción que sentía al ver instaladas en el Prado estas piezas tan simbólicas que, en buena medida, supusieron un camino de peregrinación, arte y belleza en la construcción de Europa.
Por último, el comisario de la exposición, Ramón Yzquierdo, del Museo de la Catedral de Santiago, esbozó el contenido de la muestra y la importancia de las obras del Maestro Mateo del que se sabe muy poco de su vida, pero bastante de su talento y trabajo como escultor y arquitecto en la Catedral de Santiago cuando intervino en la transformación del período de máximo esplendor en la construcción de dicho templo, un lugar de peregrinaje para millones de personas en los últimos ocho siglos. Las obras del Maestro Mateo se podrán ver hasta el 26 de marzo de 2017 en las salas 51 y 51 B del edificio Villanueva del museo madrileño.
La muestra reúne 14 piezas, que fueron retiradas de su emplazamiento original en la fachada occidental y el coro de la catedral, y que actualmente se conservan en el museo de la basílica jacobea, así como en otras instituciones particulares. Hay algunas esculturas que destacan por su reciente restauración como las dedicadas a David y Salomón, o una Estatua-columna masculina con cartela, que fue descubierta hace poco más de un mes en el transcurso de una excavación del interior de la torre sur de la catedral y que vuelve a sorprender por la calidad de las esculturas que se conservan del Maestro Mateo.
El comisario, con la ayuda de los especialistas del Museo del Prado, ha dispuesto las 14 obras en dos salas. En la primera,que sirve de contexto, podemos encontrar un rosetón de granito, esculpido hacia 1200, que procede de la fachada exterior del Pórtico de la Gloria junto a un documento que ilustra la importancia que tuvo el Maestro Mateo en su labor en favor de la catedral de Santiago. En ese pergamino de 1168, que hoy forma parte del Archivo-Biblioteca de la catedral de Santiago, el rey leonés Fernando II le concede una generosa pensión vitalicia. Y junto a ese manuscrito podemos admirar dos dovelas con el castigo de los lujuriosos, que probablemente como escribe en el catálogo Ramón Yzquierdo debieron sobrevivir a la remodelación realizada en el siglo XVI. Están decoradas en relieve y representan escenas crueles relativas a la lujuria.
En la segunda sala encontramos once piezas más, entre las que destacan las esculturas de David y Salomón, las de Elías y Enoc, que proceden de la desaparecida fachada exterior del Pórtico de la Gloria; la de Isaac o Ezequiel o la de Abraham o Jeremías; una estatua sin cabeza que no sabemos si alude al rey bíblico, a Fernando II de León o a Santiago Miles Christi, también en granito y datada entre 1188 y 1211; la estatua de san Mateo procedente del coro pétreo, hacia 1200, con una expresividad contenida en el rostro del santo; y un sorprendente Relieve con caballos del cortejo de los Reyes Magos, h. 1200, también en granito y donde todavía se mantienen restos de policromía. Es una pieza que procedía de la fachada del trascoro y podemos admirar un torréon rectangular con arquitos ciegos coronado por un tejado piramidal. Desde esa arquitectura asoman las cabezas de los caballos y parcialmente sus patas delanteras. El Maestro Mateo en ésta y en otras obras presentes en la exposición revelaba esmero y cuidado por el detalle. en esa forma de fijar las crines y las riendas. La policromía también se observa en la recientemente descubierta Estatua-columna masculina con cartela, que se hizo esculpió entre 1188 y 1211, donde también encontramos los pliegues y la fina mano de largos dedos, tan característicos en la obra mateana. Julián H. Miranda