París gana terreno a Londres con un Miró de 20 millones
Peinture (Femmes, lune, étoiles) se convierte en el récord del artista en subasta en la venta Avant-Garde(s) de Christie’s París, que recaudó más de 60 millones de euros en total.
La candidatura de París para ser la próxima capital del mercado del arte europeo, y sustituir a Londres, gana confianza con el último récord de Miró. Todos los ojos están puestos en las dos ciudades, que se disputan el primer puesto. Después de que Reino Unido abandonase la Unión Europea –y perdiese su aventajada posición en el mercado del continente por los nuevos aranceles– hemos estado atentos a todas las señales que puedan dar pistas sobre cuál será la nueva sede de las principales galerías y casas de subastas.
Aunque resulta complicado pensar que la ciudad del Támesis vaya a pasar a un segundo plano a nivel mundial –sobre todo porque es la que más conectada está con Estados Unidos– sí es posible que París esté encaminada a una nueva edad dorada.
Lo principal para que este cambio termine de suceder son los récords. Las galerías ya están abriendo nuevas sedes en la capital francesa dado que tienen mayor facilidad para dividir sus esfuerzos sin que de la sensación de que han tirado la toalla con el resto de las ciudades en las que están presentes. Es lo bueno que tienen las ventas privadas.
El verdadero momento de no retorno será cuando las principales casas de subasta decidan llevar piezas de récord a París antes que a Londres. De momento esto no ha ocurrido con los maestros antiguos. Los únicos momentos en los que se han dado estos récords ha sido porque los vendedores eran una empresa francesa –como con las fresas de Chardin– o por limitaciones en la exportación (como el Cimabue que declararon Tesoro Nacional y que según se rumorea está a punto de conocerse su adquisición por parte del Estado francés).
Pero en contemporáneo la historia es otra. El día 20 de octubre pudo ser ese momento de inflexión que muchos esperan (aun con alguna salvedad que debemos considerar). Christie’s tuvo una jornada inmejorable con dos ventas, Avant-Garde(s) y la subasta de una pieza única de François-Xavier Lalanne Rhinocrétaire I. La recaudación combinada de ambas citas llegó hasta casi 75 millones de euros.
Esa cifra tan elevada se debió principalmente a dos piezas, al escritorio de Lalanne mencionado –estimado entre 4 y 6 millones de euros y rematado por 18,3 millones– y Peinture (Femmes, lune, étoiles) de Joan Miró (vendido por 20,7 millones de euros, el récord del autor en venta pública).
La obra de Miró esta datada en 1949 y ha pertenecido a la misma familia desde que la adquirieron un año después den la Galería Maeght de París. El público ha podido verla en numerosas ocasiones en exposiciones como la celebrada en el Grand Palais en 2018 o en la Fondation Maeght en 2014.
Estos resultados dentro de la narración de la competición de las dos capitales pueden tomarse como un signo inequívoco de una creciente ventaja de la aspirante. Pero hay que considerar un par de detalles antes.
Una de las dificultades de París es que su mercado –incluso el de precios más elevados– tiene un fuerte carácter local. Es el lugar al que las subastas multinacionales llevan el diseño, arte tribal, alguna colección con nombre francés y a los informalistas. Los más optimistas deben recordar que el mercado de Lalanne es principalmente parisino y que en lo que respecta a Miró, es uno de los artistas de vanguardia española más vinculado a Francia.
Lo que sí demuestran inequívocamente estos resultados es que el dinero fluye abundantemente en París. Ahora queda por probar si puede ser un centro internacional del mercado, además de uno local con mucho poder adquisitivo. Héctor San José.