Nuevos relatos en el Museo de Bellas Artes de Bilbao
La pasada semana el Museo de Bellas Artes de Bilbao y la Universidad de Deusto organizaron en la capital vizcaína el I Curso de Verano Nuevas narrativas, Nuevas museografías, que reunió durante tres días a especialistas internacionales que abordaron desde una perspectiva integral las nuevas formas de exhibir, presentar y comunicar los objetos de arte en los museos. Este innovador enfoque contó con la presencia de 14 expertos del campo museístico, académico, artístico, arquitectónico y de la edición, entre otras disciplinas, que conformaron una visión poliédrica de las nuevas tendencias museográificas en el siglo XXI. En la inauguración además de algunos de los ponentes estuvieron presentes el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; el rector de la Universidad de Deusto, José María Guibert; y Guillermo Barandiarán, presidente de la Fundación Gondra Barandiarán, patrocinadora del Curso.
En la primera jornada, el director del Rijksmuseum de Amsterdam, Taco Dibbits, en su conferencia sobre el museo que dirige y el arte de la Historia contó cómo tras la reorganización llevada a cabo por el Rijskmuseum en los últimos se optó por mostrar las diferentes piezas que conforman la colección como un criterio cronológico que ahonde en la evolución del arte y la historia holandesa, adaptado a las necesidades del siglo XXI. Por su parte, Norman Foster, un apasionado por el arte, hizo referencia tanto a los espacios en los que se exhiben obras de arte como en la exposición en contextos menos habituales como lugares de trabajo o espacios públicos con ese diálogo entre el arte y la arquitectura.
En Museo lleno, museo vacío, el catedrático de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, Juan José Lahuerta, repasó cómo ha ido cambiando el concepto de museo desde la Revolución Francesa, pasando por las vanguardias de principios del siglo XX como gran compendio de la cultura universal, hasta llegar a ese despojamiento que lo hará llegar al tópico moderno del ‘cubo blanco’. Para concluir, el artista Francesc Torres compartió su experiencia al desarrollar un proyecto en el MNAC donde dialogaba a través de una instalación multimedia con las obras del Museo en esa delgada línea entre la obra de arte y la exposición temporal comisariada.
Con la mirada de dos diseñadores como Fernando Gutiérrez y Mikel Garay en su función de editores del museo arrancó la segunda jornada para reflexionar sobre la importancia de ordenar, dar forma y comunicar un contenido, apoyados en tipografías, imágenes, soportes, que conforman la proyección de cada museo o institución cultural en un mundo global, apostando por respetar su singularidad. Por su parte, la catedrática Estrella de Diego, en su conferencia El Museo imaginario, incluso subrayó que las experiencias en los museos permiten conformar un corpus de significados, desde el modo de leer una obra hasta el modo de presentarla, lo que desencadena infinitas conversaciones, antes de que Miren Arzalluz, directora del Palacio Galliera de París, narrara la irrupción de la moda en los museos y su importancia creciente en esos espacios, analizando el origen de las colecciones de indumentaria y moda, y los retos y problemas con los habrá que enfrentarse en el futuro.
Ya por la tarde del pasado jueves, Ricardo Alonso Maturana, director de GNOSS, introdujo un tema de máxima actualidad: el modo de mirar el arte después de internet, gracias a la Inteligencia Artificial y a las nuevas tecnologías, ha transformado el modo de aproximarnos a las obras de arte, lo que está permitiendo el desarrollo de una narrativa profunda y personalizada, tanto en los museos como en los espacios digitales, un desafío de presente y futuro.
En el cierre de la segunda jornada, el artista Álvaro Perdices, llamó la atención sobre la inundación y el consumo de imágenes (fotos, videos en diferentes dispositivos) en nuestra sociedad y nos plantea una reflexión múltiple en tres obras muy diferentes: De piel a piel, en torno a la experiencia visual de la imagen pictórica; en NEGRO y Luz, un documental monocanal con luz muy tenue con la ‘luz’ que desprenden las obras del Museo del Prado; y Jardín infinito, instalación multicanal, a modo de collage, sobre el famoso tríptico de El Bosco.
La última jornada comenzó con la conferencia de Adam Lowe, director de Factum Arte, una empresa de Tecnología Digital en Conservación, que versó sobre la experiencia de esta institución en la era de la digitalización y la impresión en 3 D, así como su relación con los estudios de artistas en lugares para la transmisión de habilidades e ideas, tanto en la producción de artistas contemporáneos como en la de facsímiles, algo que potencia la conservación y en la protección del patrimonio cultural.
Deyan Sudjic, director del Museo del Diseño de Londres, abordó en su conferencia sobre el Diseño en el Museo, la experiencia de la construcción del nuevo museo que dirige en la capital británica, desde su cambio de ubicación en Boilerhouse hasta Shad Thames y la importancia creciente del lugar que ocupa el diseño y la arquitectura dentro del panorama museístico.
Y como colofón de este importante Curso de Verano, el diálogo entre dos de los grandes directores de museos del siglo XXI, Gabriele Finaldi, director de la National Gallery de Londres, y Miguel Zugaza, director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, cuya colaboración arrancó en 1999 con la organización de la exposición Orazio Gentileschi en la corte de Carlos I, en colaboración con el Museo del Prado. Luego trabajaron juntos durante más de 12 años en el Museo del Prado como director y director adjunto de conservación y Restauración, respectivamente, ordenando las colecciones de la primera pinacoteca española, y ahora cada uno recolocando las colecciones que atesoran los museos que lideran.