“MELANCOLÍA”, EN EL MUSEO DE ESCULTURA DE VALLADOLID
Una exposición de obras sobre la relación entre el temperamento de los grandes hombres y ” la bilis negra”, según la definian los griegos
A María Bolaños, directora del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, siempre sintió curiosidad por el significado de la palabra “ Melancolía”. Su tesis de doctorado, escrita hace años, versó sobre ella y ahora llega esta exposición “Tiempos de Melancolía. Creación y desengaño en la España del siglo de Oro” que presenta en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid en la primera etapa de un viaje que seguirá luego por Valencia y Palma de Mallorca.
¿Qué es Melancolía?. Según el diccionario de la Lengua Española “ una tendencia a la tristeza permanente”. María Bolaños se remonta a Grecia para conocer la historia. Allí se consideró como “un sentimiento de larga y tenaz supervivencia.” Los médicos antiguos, Hipócrates y Galeno, aislaron cuatro humores, responsables de los temperamentos humanos: bilis amarilla, sangre, flema y bilis negra. Esta última, cuya existencia no se probó nunca, era un oscuro líquido que segregaba el bazo. Era el culpable de enfermedades físicas, tales como el insomnio o la negrura de la piel ; y psíquicas como la tristeza, la extravagancia ,el pesimismo e incluso el suicidio. Ya desde entonces se unió melancolía con el temperamento de los grandes hombres. Con los años la Melancolía llegó a España en donde alcanzó especial singularidad en el siglo de Oro y se consideró el principio de la creación artística.
Todo esto se cuenta en esta exposición -cuya Comisaria es María Bolaños- a través de pinturas, esculturas, libros e instrumentos musicales. Porque la melancolía, según cuentan, se manifiesta en la” medicina, la filosofía, la astronomía y la música, la botánica, la literatura o los tratados morales”. Las piezas reunidas son de un valor y belleza excepcionales. Naturalmente que no podía faltar la estampa a buril “La Melancolía”,de Alberto Durero, la imagen del saber que no sabe. Ni el Heráclito de Ribera, “ el filósofo que llora. El maestro de la inestabilidad..Con su negra mirada, los ojos húmedos.. . lúcido y misántropo muestra su aflicción ante un universo donde reina el desorden”
La generosidad mostrada por las instituciones que han prestado piezas permiten poder contemplar ahora verdaderas obras maestras. El conjunto, realmente, es espectacular. Hay obras de José de Ribera ( San Jerónimo Penitente, La Magdalena penitente, San Pablo…); de Murillo ( San Pedro en lágrimas…); de Pereda y Juan de Juanes ( Vanitas y Calavera); de Antonio de Pereda (Estudios de cabezas…); de Brueghel de Velours (Las tentaciones de san Antonio); de Van der Hamen El retrato de enano; de Sánchez Cotán, La barbuda de Peñaranda; un óleo, Soldado muerto, anónimo italiano del XVI así como el famoso Rubens, Saturno comiéndose a un hijo, un préstamo del Museo del Prado. En el apartado dedicado a la escultura destaca una preciosa Cabeza de San Juan de Dios, de Alonso Cano junto a un pequeño y primoroso relieve de barro cocido también de su mano que representa a San Jerónimo .También la talla en madera policromada, Santa María Egipciaca, de Salvador Carmona o la cabeza El falso Séneca de polémica atribución. Además de grabados, estampas y libros como El melancólico, Doce comedias nuevas, de Tirso de Molina o un ejemplar de la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote, de 1615.
Una primera exposición sobre un asunto nunca tratado con anterioridad. Una buena y original idea aunque para el normal visitante no le vaya a ser fácil ver Melancolía en, por ejemplo, Cajitas de dulces, el bodegón pintado por Van der Hamnen, en 1621.
Abierta hasta el 12 de octubre de 2015 en Valladolid; del 4 de noviembre de 2015 al 7 de febrero de 2016 en el Museo de Bellas Artes de Valencia y del 2 de marzo al 11 de junio de 2016 en CaixaForum, en Palma de Mallorca. María Pura Ramos.