MARTÍN CHIRINO EN LA MARLBOROUGH MADRID
La afamada galería londinense acoge en su sede en Madrid (Orfila, 5) la exposición Martín Chirino en su Finisterre. Obra desde 1952 a 2018, inaugurada el pasado 15 de febrero con un acto que contó con la presencia del artista. Este ambicioso proyecto permanecerá abierto al público hasta el día 28 de marzo.
Incansable renovador y uno de los grandes exponentes de nuestra Historia del Arte, presenta una muestra antológica que incluye 12 esculturas, dos de gran formato y la mayoría de ejecución reciente y 29 dibujos inéditos. El periplo vital y creativo de Martín Chirino comenzó en las playas de las Palmas de Gran Canaria, pasó por una formación en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) durante las tinieblas de la dictadura, una juventud entre Francia, Italia y el Reino Unido y una prolongada estancia en Nueva York. Miembro emblemático del grupo El Paso, Chirino, también dejó huella en las instituciones como Presidente de la Junta del Patronato del Círculo de Bellas Artes de Madrid y Director del Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria.
Esta muestra da una circunstancia excepcional, como apunta el autor del texto que acompaña al catálogo, Francisco Calvo Serraller, el hecho de que un artista de 93 años presente una exposición con tal cantidad de obras de reciente ejecución. Entre las esculturas presentes, cabe destacar la titulada Alfaguara. Un arco para el mundo II, fechada en 2005, una monumental pieza de diez metros de longitud, Sueño de la Música, una guitarra de reminiscencias cubistas, la Cabeza de Jano, también de 2017, las dos versiones de Aeróvoro, realizadas respectivamente en 2015 y 2016, y El viento, de 2015, las tres en hierro forjado.
Los 29 dibujos presentes en la muestra pertenecen a un cuaderno fechado en 1973, que ahora, cuarenta y cinco años después, se exponen por primera vez. En ellos son reconocibles muchas de las formas que luego serán trasladadas a las tres dimensiones.
La vida y la obra de Martín Chirino se ha caracterizado por un equilibrio entre el cosmopolitismo y una identidad creativa de fuerte carácter teórico que hunde las raíces en su archipiélago natal, en sus mitos, su primitivismo, sus símbolos. Sus espirales, perfectamente reconocibles, inseparables ya del nombre de Martín Chirino, son una parte importante de esta cosmología propia.