Los pecados capitales tejidos en hilo de oro, juntos por primera vez
Patrimonio Nacional presenta dos series de tapices flamencos dedicadas a los vicios cardinales, expuestas en la planta -3 de la Galería de las Colecciones Reales hasta el 28 de septiembre. La decena de paños se completa con una treintena de pinturas, esculturas, monedas, libros y documentos.
La exposición titulada Iconografía del mal. Tapices de los pecados capitales se celebra en conmemoración del segundo aniversario de la apertura de La Galería. La muestra reúne diez tapices realizados en el siglo XVI en Flandes, todos pertenecientes a Patrimonio Nacional.
Adquiridas por Felipe II, estas piezas del artista flamenco Pieter Coecke van Aelst proceden de los tesoros del conde de Egmont y de María de Hungría. La serie de este última es la más antigua. Ahora se exponen cuatro de esos paños, que fueron comprados en 1544 para decorar su castillo-palacio en Binche (Bélgica) con motivo de la visita de Carlos V y su hijo. Soberbia, gula, lujuria y pereza siguen la secuencia establecida por María de Hungría.
Junto a ellos se exhiben otros seis tapices pertenecientes a los fondos del conde de Egmont, que destacan por una altura ligeramente superior y sus tonalidades algo más apagadas. Los ejemplares de esta segunda serie fueron confeccionados en los talleres de Wilhelm Pannemaker en Bruselas a partir de los diseños de Pieter Coecke Van Aelst, y están expuestos en el orden tradicional de los pecados capitales: avaricia, pereza, ira, lujuria, gula y envidia.
Según explicó el director del museo, Víctor Cageao, esta doble disposición permite “no solo comparar los distintos tapices de cada serie, sino comparar las dos series entre sí”. El montaje de Iconografía del mal se extiende a lo largo de 940 metros cuadrados y “genera perspectivas suficientes” para poder ver en su totalidad los tapices de ocho metros de longitud por cuatro de altura.
Cada obra esconde una enseñanza al mostrar un pecado y su virtud opuesta: la caridad frente a la avaricia, la castidad contra la lujuria, la paciencia ante la ira, la templanza en oposición a la gula, la generosidad como antídoto de la envidia, y la diligencia para combatir la pereza.
El recorrido por la planta -3 de La Galería se divide en “cinco unidades expositivas donde se van desarrollando determinados aspectos que complementan el estudio o simplemente el examinar de estas piezas”, contó el conservador y comisario de la exposición, Roberto Muñoz. Estas secciones temáticas profundizan en la simbología de los pecados, además de en su producción en Flandes, su llegada a España, función dentro de la corte y su consideración en la época contemporánea.
La decena de paños se acompañan de otras 38 piezas más, en su mayoría procedentes de Patrimonio, donde hay una buena selección de pinturas, esculturas, monedas, libros y documentos.
Aquí destaca la reciente adquisición de Retrato de Mariana de Neoburgo como viuda de Jan van Kessel II (1701-1706), así como un par de piezas prestadas para la ocasión. Una de ellas es el manuscrito de la Biblioteca Nacional de España (1546–1553) y la otra, un cuadro de Abelló titulado Ornato de la puerta de Guadalajara para la entrada de Carlos III en Madrid (1760) atribuido a Lorenzo Quirós.
Hoy en día ya no usamos los tapices para contar historias, sin embargo, sus enseñanzas permanecen más vivas que nunca. Aunque estas obras fueron creadas en el siglo XVI, los pecados capitales siguen siendo un tema de gran actualidad que invita a la reflexión. Mencía López Guadalix