LOS HÉROES DE BASELITZ EN EL GUGGENHEIM
Hoy se abre al público la tercera exposición de esta temporada en el Museo Guggenheim de Bilbao. Los Héroes llega a España tras pasar por Frankfurt, Estocolmo y Roma. La muestra recorre tres etapas clave en la trayectoria artística de Georg Baselitz, uno de los pintores y escultores más influyentes de nuestro tiempo.
“Nunca he podido escapar de Alemania y de ser alemán” las palabras del artista podrían definir la esencia de su creatividad. Hijo del nazismo, vivió durante su infancia y adolescencia los horrores de la Segunda Guerra Mundial y tras ella la división de su patria por consecuencia del dominio comunista. El arte academicista de esta época trataba de olvidar el oscuro pasado nazi y las barbaries, pero para Baselitz eso no funcionaba. Le expulsaron de la Academia de Bellas Artes por “inmadurez sociopolítica” ya que tenía un pie en Alemania del este y el otro en la Alemania occidental, frontera que también dividía las vertientes artísticas del expresionismo abstracto por un lado y la figuración por el otro. El creador, con la rebeldía que le caracterizaba, decidió asumir ese pasado a pesar de no simpatizar con él en absoluto, y quiso surcar su propio camino en el arte mezclando las dos tendencias que fueron fruto de la división nacional. De ello resultó un arte figurativo pero a su vez muy abstracto lleno de expresión. Para configurarlo lo primero que hizo fue salir de su país, con destino a Italia, donde quedó fascinado por el manierismo, estilo que adoptará como influencia durante toda su carrera.
En estas series en las que representa militares heridos, refleja ante todo cómo se siente él respecto a esa etapa de la historia de Alemania, muestra la realidad tal como fue como si quisiese decir a los academicistas que “es lo que hay, y no podemos correr un tupido velo”. Las obras que ocupan las salas del museo bilbaíno abarcan los años 65 y 66, en los que representaba figuras masculinas monumentales que ocupan la mayoría del cuadro. Hombres heridos, desesperados, cansados… con un horizonte pequeño y una naturaleza también mutilada y sangrante. Lo interesante de este proyecto expositivo es que a estas piezas se le añade otra serie a la que Baselitz la denomina Remix, y contiene lienzos pintados en los años 2007 y 2008. En estos varía ligeramente el estilo ya que el autor ha superado del todo aquella etapa y las pinturas son más libres, de mayor tamaño y que dan una sensación de poder respirar pero sin olvidar el pasado. Entrado el siglo XXI Baselitz supera su lucha interna y ya no tiene que discutir consigo mismo, ni con la sociedad ni con el arte academicista.