Las obras restituidas por el Orsay a los herederos de Vollard, a subasta

Las obras restituidas por el Museo de Orsay a los herederos de Vollard, a subasta

El centro parisino devolvió hace unos meses cuatro escenas de Gauguin, Renoir y Cézanne a los sucesores del marchante Ambroise Vollard. Dichos trabajos, vendidos de manera irregular durante la Segunda Guerra Mundial y recuperados por la familia tras una década de pleitos, saldrán a la venta el 16 de mayo en Sotheby’s Nueva York. Podrían alcanzar una cifra superior a los 15 millones de dólares.

Pierre-Auguste Renoir. Paisaje costero. Hacia 1884. Colección Vollard.

NI VOLLARD ERA JUDÍO NI SUS PROPIEDADES FUERON OBJETO DEL EXPOLIO NAZI  (AL MENOS NO DIRECTAMENTE)»

De París a Nueva York. Ese es el viaje que harán las cuatro obras restituidas recientemente a los herederos de Ambroise Vollard, tras una disputa con el Museo de Orsay que ha durado diez años. Los sucesores del marchante francés, que por fin consiguieron ganar la batalla y recibir las escenas de Gauguin, Cézanne y Renoir que reclamaban, han decidido subastarlas en el mercado norteamericano.

Entre las piezas restituidas destaca una Naturaleza muerta con peonías chinas y mandolina de Paul Gauguin que es toda una rareza. Se vendió en extrañas circunstancias después de 1939 –fecha del fallecimiento del célebre representante de artistas– y era considerada como un “MNR” (acrónimo de Museos nacionales Recuperación que designa aquellas obras recuperadas por Francia tras la Segunda Guerra Mundial).

Muchas de ellas fueron confiadas a diversos museos nacionales, a la espera de ser restituidas a sus legítimos propietarios. Por esa razón el bodegón de Gauguin y las otras tres pinturas colgaron de las paredes del Orsay desde 1986 hasta principios de 2023, fecha en la que un tribunal obligó a la institución a devolverlas.

UN CASO COMPLICADO. Lo cierto es que el caso Vollard resulta complejo, porque ni él era judío ni sus propiedades fueron objeto del expolio nazi (al menos no directamente). El marchante murió de manera inesperada a los 73 años en un accidente de tráfico, dejando un legado de más de 6.000 obras contemporáneas a sus hermanos. Esto provocó largas disputas entre ellos, razón por la cual acordaron acudir a dos peritos que les ayudasen con la repartición: Étienne Bignou y Martin Fabiani.

La mala suerte quiso que estos tesoros caídos del cielo a los herederos de Vollard fueron robados astutamente por ambos expertos, probablemente con la complicidad –o la ignorancia– del albacea familiar, un hermano llamado Lucien. Ambos especialistas aprovecharon la guerra para hacer negocios con los alemanes mediante la venta ilícita de buena parte de estas pinturas, algo por lo que ya fueron condenados al acabar la contienda.

Paul Cézanne. Sotobosque. Hacia 1882-1884. Colección Vollard.

Entonces, ¿cómo demostrar la justa propiedad de estas obras? El museo de Orsay se ha escudado todos estos años en que no habían sido robadas por los nazis, pero los magistrados han defendido reiteradamente que “cualquier obra recuperada en Alemania debía ser restituida a sus legítimos propietarios, aunque no hubiese sido saqueada por los nazis”.

La balanza cayó finalmente del lado de los herederos de Vollard, cuando en febrero de 2023 un tribunal administrativo ratificó formalmente la restitución.

Ese fue el último de los procedimientos judiciales de un caso que ya en mayo del año pasado comenzó a decantarse por sus actuales dueños (entonces otro juez confirmó la propiedad del marchante en el momento de su muerte).

Paul Gauguin. Naturaleza muerta con peonías chinas y mandolina. 1885. Colección Vollard.

Ahora que los familiares por fin han recuperado las obras y que son sus legales propietarios, han decidido un nuevo futuro para ellas: subastarlas en el mercado internacional. Concretamente en Sotheby’s Nueva York, lo que no parece dar muchas opciones al museo parisino ni al Ministerio francés.

Antes de que salgan del país, se han podido ver en la sede que la casa de subastas tiene en París. Así al menos el público local ha podido despedirse de ellas antes de viajar rumbo a Estados Unidos.

La venta tendrá lugar el próximo 16 de mayo y la pieza estrella será la mencionada naturaleza muerta de Gauguin, cuyo precio se ha estimado entre 10 y 15 millones de dólares. Paisaje costero de Pierre-Auguste Renoir sale con una estimación de un millón de dólares, mientras que su sanguina del Juicio de Paris parte con un valor de 300.000 dólares.

Completa el grupo una acuarela de Paul Cézanne titulada Sotobosque fechada hacia 1882-1884 y valorada en unos 250.000 dólares. Habrá que esperar hasta mediados del mes que viene para ver cuál es el siguiente destino de las obras restituidas por el Museo de Orsay a los herederos de Vollard. Sol G. Moreno

Pierre-Auguste Renoir. El Juicio de Paris. Hacia 1915. Colección Vollard.