LAS FOTOGRAFÍAS TEXTURIZADAS DE ISABEL GUERRA
La monja cisterciense -pintora de la luz- se adentra en la modernidad con el uso de las nuevas tecnologías en las 121 obras que ahora expone
Isabel Guerra, la monja “pintora de la luz”como se la conoce, expone en Madrid. El lugar elegido es el Centro Cultural Casa de Vacas, en el Retiro. Lo hace de la mano de Ibercaja Obra Social. Diez años después de su última muestra, presenta 121 obras bajo el título Isabel Guerra 2015. Pintura, dibujo y fotografía. Son pinturas al óleo, paisajes de pueblos aragoneses, dibujos, fotografías y serigrafías, además de una recreación de la historia de la fotografía. La mayoría de los trabajos están fechados entre 2013 y 2015. Como novedad: las fotografías texturizadas.
A Isabel le gusta investigar las nuevas tecnologías. Tal vez por eso, su obra resulta siempre actual y moderna. Ya en 1965 comenzó a trabajar con la fotografía y siguió en los años 90 con el estudio y experimentación de los soportes tecnológicos. Guerra es, en verdad, un referente del hiperrealismo español, aunque ella nunca ha querido que la encuadraran en este movimiento. Su pintura “está inspirada en un estilo muy personal y espontáneo en el que todo lo dominan la luz, que irrumpe desde el interior de los objetos”, según la críticas. La artista cuida mucho sus texturas para conseguir los efectos deseados.
El recorrido de la exposición se ha dividido en cuatro espacios en los que, sala tras sala, se muestran 32 pinturas al óleo, seis dibujos de gran formato, 24 paisajes de pueblos aragoneses, 18 fotografías de la serie Miradas, 10 serigrafías y, por último, 31 imágenes que incluyen daguerrotipos en los que recrea la historia de la fotografía. En las primeras se exhiben los óleos clásicos de la artista dominados por el color y la luz. Junto a varios retratos, figuran bodegones y naturalezas muertas. Siguen los Retratos hechos con grafito o carboncillo en los que llama la atención la delicadeza de los detalles.
Y de nuevo luz en la serie de Paisajes Aragoneses. Son fotografías tomadas por la autora hace 30 años, reelaboradas con nuevas técnicas. Un ejemplo de cómo se transforma una instantánea en una obra de arte es Fotografías. Son la respuesta a un reto: el de conseguir que la instantánea inicial se convirtiera en creación artística, pensada y construida. Destaca su autorretrato creado a partir de una fotografía que ahora ha textualizado como un lienzo. La autora emerge de la pared en una imagen que se está deconstruyendo.
Hasta el momento, la exposición, inaugurada el 30 de mayo, ha recibido 6.500 visitantes. Es de entrada libre y estará abierta hasta el 21 de junio.