Dos piezas sobresalientes de Luis Fernández y de Evaristo Valle acompañarán el día 6 a la habitual amplia oferta contemporánea
Casi diez años de carnicería en Vietnam se llevaban cuando en 1964 nace en Valencia el Equipo Crónica (1964-1981), formado por Juan Antonio Toledo, Rafael Solbes y Manolo Valdés. Al poco, Toledo abandona el grupo, pero Solbes y Valdés continúan su aguda e inteligente crítica social y política, nacional e internacional, con un lenguaje nuevo, basado en el pop, en la duplicación y multiplicación de la imagen, en las fallas y en la historia del arte. Hoy día son, sin ninguna duda, absolutamente necesarios en la explicación del siglo XX español.
Vietnam, 1966 (A/táblex, 75 x 101 cm; lote 73) muestra cuatro imágenes, unidas en oblicuo pero unificadas sobre un gris mortecino; apenas hay color, blanco sucio, negro desvaído y el marrón de los soldados americanos en la gran tragedia vietnamita. Denuncia obvia, pero inteligente, sin mostrar los horrores de una guerra que para muchos no tenía sentido desde hacía tiempo. Ese mismo 1966 realizan, con un soldado que se deforma en vertical y en horizontal, un brillante Deformación profesional (70 x 70 cm), comprado por el Reina Sofía en Finarte en junio de 1999 por 12.000 euros, mientras La Soldada, el Tigre de papel, 1966 (76 x 56 cm), vendido en Segre en mayo de 2006 por 46.000 euros, repite el trasunto militar de marras pero con un componente diferente. Por Vietman, más explícito pero claramente menos comercial, desde el punto de vista puramente estético, se piden 45.000 euros.
Disuelto el equipo por la muerte de Solbes, Manuel Valdés continúa su carrera en solitario; de él se ofrece, en un lenguaje más simplificado ya, un interesante papel de Felipe IV, 1986 (A y gouache, 67 x 47 cm; 72), procedente de la galería Adrien Maeght de París, por 19.000 euros. Dos años más tarde, en 1988, y en un lenguaje de pintura-pintura, José Manuel Broto firmaba un atractivo Sin título (A/L, 260 x 199,5 cm; 76), que se ofrece por 15.000 euros, en la línea de los 18.000 euros pagados la semana pasada en Segre por su espectacular Les èchos V, 1995 (A/L, 200 x 200 cm). Ligeramente más tardío, y con una vuelta al lenguaje figurativo, aunque mucho más matérico, Figues esbravades, 1997 (O/L, 78 x 98,5 cm; 80) de Miquel Barceló será otro de los momentos importantes de la licitación, aunque sólo sea por los 60.000 euros que se piden por él…
Pero llegados ya casi al siglo XXI, mencionemos algunos nombres, de esos emergentes y de los ya emergidos. En este apartado, de Katharina Grosse se ofrece Untitled 1009 L, 2004 (A/L, 178 x 300 cm; 82) por 35.000 euros (S/T (KG/M 2010-1040L), 2010 (A/L, 201 cm x 145 cm) alcanzó en la sala 45.000 euros en noviembre pasado, récord mundial); y de la prestigiosa ya taiwanesa Suling Wang, que trabaja con Victoria Miró (ver), Unfolding Mountain, 2005 (A y A/L, 245 x 305 cm; 86) por 22.000 euros, un precio alto para el mercado secundario (se convertiría en su pieza más cara), pero muy atractivo para el primario… Menos conocidos, pero interesantes son también las obras de los mexicanos Fernanda Brunet (78, 12.000 euros), Betsabé Romero (124, 12.000 euros) y Víctor Rodríguez (186, 4.500 euros), por citar sólo unos pocos de la amplia oferta contemporánea, característica de la sala.
Retrocedamos. Con la guerra civil terminada ya, en el tercer aniversario del inicio de las hostilidades, el 18 de julio de 1939 el asturiano Luis Fernández pinta un fantasmagórico Paysaje (O/L, 60,3 x 73 cm; 68), con evidentes ecos bélicos y surrealistas. Expuesta en seis muestras y reproducida en nueve publicaciones, su importancia salta a la vista. Pero se piden 90.000 euros…, muy lejos de los 10.671 euros pagados en noviembre de 1994 en Loudmer, París; de hecho, en abril de 1999, en Drouot-Richelieu París, un fantástico Nature morte (O/T/cartón, 51 x 66 cm) se vendió por 12.958 euros; mucho más recientes, Composition, c. 1930 (27 x 21,5 cm) llegó a los 73.000 euros en Christie’s París en febrero de 2009, lejos de su récord, 116.441 euros pagados en noviembre de 2007 en Christie’s Nueva York por Deux pigeons VI, 1965 (O/L, 33 x 41 cm)…
Ligeramente anterior, el siempre fino Evaristo Valle pintaba en 1932 El caserío (Asturias) (O/L, 100 x 90 cm; 45); pintura aparentemente tradicional, pocos pintores como él han sabido captar, y mostrar, la belleza y la variedad de los verdes… Este lienzo estuvo expuesto en el pabellón de España de la XVIII Biennale de Venezia; y quizá por ello el precio inicial parta de 95.000 euros, lejos de los 47.500 euros pagados en esta sala en julio pasado por Paisaje asturiano con hórreo, c. 1940 (90,5 x 101,5 cm), y de su récord, de junio de 1994, también en esta sala: El mercado, 1947 (O/L, 81 x 100 cm).
Sólo queda mencionar, aunque se ofrezca por segunda vez –ésta por 160.000 euros, lejos de los 250.000 euros de noviembre pasado (leer)-, el lienzo de Salvador Dalí, de hacia 1919/20: El llac de Vilabertran (O/L, 68,5 x 47,5 cm; 46). Ojalá encuentre comprador… Quedan muchas piezas en el tintero, como la Tauromaquia, 1998 de Barjola (65, 40.000 euros), un delicado Jeune mélancolique, 1925 de Blanchard (48, 20.000 euros) o los un tanto acartonados pero siempre interesantes por escasos Retratos del infante Sebastián Gabriel de Borbón y de la infanta Margarita de España, de Luis de Madrazo (379, 20.000 euros), pero no hay espacio para más. Vean con detalle la oferta; merece la pena. Daniel Díaz @Invertirenarte