‘La mirada particular’ de Jordi Socías
El Museo del Romanticismo ofrece una selección de fotografías en blanco y negro del autor catalán en la Sala Jardín; retratos de artistas y escenas callejeras que se acompañan de textos de Manuel Vicent e ilustran la realidad del último medio siglo.
«Es un paseo por el territorio de la observación», explica el propio Jordi Socías, que considera que en la sala del Romanticismo se condensan muy bien los 50 años que lleva disparando su cámara. «Es una síntesis de mi trabajo: el retrato como elemento esencial y la calle como escenario».
Efectivamente esos dos componentes son los protagonistas de la veintena de imágenes monocolor que se exhiben en el museo. Retratos de grandes creadores como Ai Weiwei, Norman Foster y Luis Gordillo, cohabitan con pares de fotografías aparentemente inconexas. Binomios curiosos como Lenin y Cristo paseando de la mano de Mickey Mouse –escultura de Alexander Kosolapov– o un palmeral junto a una mujer maquillándose ilustran la vida en la calle e incitan al espectador a mirar lo que la gente habitualmente no se para a observar.
«No es lo que se ve, sino lo que estás soñando. Un homenaje a esta oficio tan singular y fantástico al que me he dedicado los últimos 50 años», comentó Socías durante la presentación de la muestra, que dedica a su mujer Rosa.
El Museo Nacional del Romanticismo recoge parte de la trayectoria del autor en esta exposición, que acertadamente ha subtitulado Una mirada particular. Está organizada por el área de Promoción del Arte de la Subdirección General de Museos Estatales y se enmarca dentro del Año Temático de la Fotografía que celebra la institución en 2022 (a fin de cuentas, el periodo que cubre este museo es el siglo XIX, momento en que surgieron los primeros daguerreotipos).
Las imágenes, que podrán contemplarse hasta el 25 de septiembre en el Sala Jardín junto al magnolio centenario, ofrecen una ocasión estupenda para redescubrir el naturalismo cosmopolita de un fotoperiodista con mirada de lince; realista, irónico y snob a partes iguales, según su amigo y compañero de aventuras Manuel Vicent. «Jordi es de los que ahorra más balas, tarda mucho en sacar la cámara, pero cuando lo hace es porque tiene claro lo que desea fotografiar».
Entre las obras presentes, sendos retratos recientes del arquitecto Norman Foster (2019) y el artista Ai Weiwei (2021). Este último fue portada el año pasado en El País Semanal y se gestó durante la presentación de su exposición en Lisboa, ciudad en la que reside actualmente el activista chino.
˝Yo tenía guardadas esas bolas desde 1985 y las llevé a la sesión de fotos con el artista, que debía posar para varios medios. Recuerdo que me resultó difícil entenderme con él, además dijo que normalmente no hacía caso de las propuestas de los fotógrafos. Entonces yo, sin decir nada, me puse las bolas en los ojos y después se las ofrecí. Él me imitó y este es el resultado final», comenta Socías frente al icónico retrato.
Esta faceta como testigo presencial que le ha llevado a inmortalizar los rostros más conocidos del panorama cultural –desde Pedro Almodóvar a José Hierro, Soledad Lorenzo, Jorge Luis Borges, Dalí o Juan Uslé– es una de sus señas de identidad, pero no la única. También ha cultivado otros géneros, por eso el recorrido se completa con una selección de pares de fotografías cuya unión ha generado un nuevo significado, como por ejemplo El mar y la tierra, una especie de homenaje gastronómico al pulpo gallego, que se degusta mucho mejor con cachelos como los que se exhiben a su lado. Sol G. Moreno