LA MIRADA EMPÁTICA DE CRISTINA GARCIA RODERO EN LA INDIA
Después de su éxito en Barcelona llega a CaixaForum Madrid la exposición Tierra de sueños, un proyecto desarrollado por Cristina García Rodero (Puertollano, Ciudad Real, 1949) e impulsado por la Obra Social “La Caixa” con la colaboración de la Fundación Vicente Ferrer. Más de 80 fotografías ilustran la singularidad y diferencias del mundo rural en la India. De la mano de Cristina García Rodero, una de nuestras mejores fotógrafas y primera española que ingresó en la prestigiosa Agencia Magnum, nos adentramos en escenarios desconocidos pero que revelan con gran fuerza narrativa el acontecer diario de una de las zonas más vulnerables del gigante asiático; las comunidades rurales de Anantapur (Andhra Pradesh).
En el acto de presentación de la exposición han intervenido Isabel Fuentes, directora de CaixaForum Madrid; Ariadna Bartolet, directora de Programas Internacionales de la Fundación “La Caixa”, quien manifestó que con este tipo de exposiciones se aúnan el arte, la fotografía y la realidad; y Jordi Folgado, director general de la Fundación Vicente Ferrer, quien dijo “que esta manifestación artística recoge lo mejor que hace nuestra Fundación en un país como India, donde trabajamos para erradicar la pobreza” y añadió que “no solo debemos ser bondadosos sino eficaces en nuestra gestión”. Por último, Cristina García Rodero afirmó que ha querido dejar un documento gráfico de todo lo que se está haciendo allí y de la dignidad que tienen estos seres humanos, a pesar de los numerosos problemas. Eligió ese título para el libro y la exposición porque lo que hace la Fundación Vicente Ferrer es el proyecto de un soñador (Vicente Ferrer), que ahora continúan su familia y muchísimas personas. Y subrayó que “la India para mí es color porque no creo que exista un país más valiente a la hora de mezclarlos”.
El ecosistema visual que ha captado Cristina García Rodero, Premio Nacional de Fotografía en 1996, durante más de seis semanas en la India nos sitúa ante una realidad donde lo natural y lo sobrenatural convergen, diferentes estadios de tiempo y donde tiene cabida lo fantástico en una secuencia de escenas que giran casi siempre en torno al mundo femenino en la vida cotidiana. Donde late la vida, siempre está la mirada cálida de Cristina, que ha sabido hacer una inmersión en un país por el que se sintió atraída desde muy joven y que ha recorrido en numerosas ocasiones en los últimos años.
Su cámara sabe poner voz al ritmo de la vida en un país tan fascinante como la India. Uno de los mayores logros de la exposición quizá sea la empatía que tiene con los seres humanos que va conociendo, experimentando sus alegrías y tristezas, con las luces y sombras de personas que viven en muchas ocasiones en los márgenes de la realidad social. Lo hace subrayando la encomiable cooperación internacional que desarrollan entidades como la Fundación Vicente Ferrer, que ya ha ayudado a más de 3 millones de personas, junto a otras como la Obra Social “La Caixa”, que está trabajando en ese país desde hace 16 años.
A través de imágenes poderosas, Cristina García Rodero, como ya ocurriera con otra magnífica exposición de Sebastiao Salgado también en CaixaForum Madrid, influye en la sensibilidad del hombre contemporáneo y nos abren la mirada para contemplar el mundo y sentir cómo su llamada cuando visita hospitales, hogares de mujeres maltratadas, niños y niñas, muchos de ellos con discapacidad, madres, y, sobre todo, mujeres desempeñando diferentes oficios, termina siendo una crónica de la lenta transformación de este tipo de comunidades rurales, a pesar de todos los problemas diarios.
Como escribe Manuel Rivas en el catálogo de la exposición: “Son miradas que sueñan, sí, pero lo que es más importante: ejercen el derecho a soñar. El activismo de las mujeres, organizadas en asambleas, es la principal energía alternativa que está transformando Anantapur. Esa red solidaria ha hecho posibles centros de protección a las mujeres maltratadas, cooperativas de autosuficiencia, asistencia sanitaria en todos los hogares, suministro de agua en cada aldea, miles de viviendas dignas. En la India, ya no la tierra olvidada, sino un referente, un depósito de la esperanza.”
En Tierra de sueños, un ambicioso manifiesto artístico de Cristina García Rodero, cada una de las fotografías es un recuerdo. Muchas de ellas proyectan una simbología como la de esa joven Shirvani en el día de su boda, que vestida con un traje amarillo, sujeta un saco lleno de arroz que ofrecerá a la familia del novio y que simboliza la confianza en que a la nueva familia no le faltará la comida; otras muestran animales que forman parte de la vida diaria de jóvenes; los enseres de algunas casas o niños, en riesgo de exclusión, entre otras. Sin embargo, todas son un esmerado ejercicio de emociones para los sentidos: el olor, el tacto, el sabor, la vista y el oído laten en muchas de esas composiciones llenas de intención narrativa.
Hasta el 28 de mayo de 2017. Julián H. Miranda