La incansable creatividad de Feito en Zaragoza

La incansable creatividad de Feito en Zaragoza


Se acaba de inaugurar la nueva exposición de la Diputación Provincial de Zaragoza que tiene lugar en el Palacio de Sástago. Se trata de una amplia muestra del trabajo de los últimos 16 años de uno de los grandes ejemplos de la pintura informalista en nuestro país: Luis Feito.


Presentada ayer por Cristina Palacín, delegada de cultura de la diputación, y comisariada por Antonio Cátedra, la exhibición toma el título de Luis Feito. Pinturas y dibujos 2002-2018 y coincide con el 60 aniversario de la primera exposición del artista precisamente en Zaragoza. Recoge 115 ejemplos el último trabajo del autor que desvelan su energía inagotable creadora que ha llegado hasta sus 88 años de edad.

Estuvo presente en la rueda de prensa y expresó la naturaleza de su arte como “expresión de lo que llevo dentro” y como una pasión más que un trabajo.

Fue en 2002 cuando se le dedicó la primera retrospectiva en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Las pinturas de aquel año se ordenan en líneas horizontales y verticales sobre fondo blanco o rojo. En 2004 opta por series de dípticos y los trazos se vuelven circulares. Al año siguiente cumplirá el encargo de dos grandes lienzos para el Monasterio de El Paular, que fue uno de los trabajos más difíciles en su carrera. Durante los últimos 10 años los trazos de acrílico se convierten en masas, nubarrones, explosiones centrífugas y fulminantes, a veces atravesadas por una barra central, negra y levemente diagonal, sobre la cual se solapan los haces, rayos, estallidos y desprendimientos rojos y morados.

Con esa libertad que da la ausencia de pretensiones, Feito obtiene unos resultados aún más cercanos y fieles a la apariencia de la caligrafía china, sobre todo en esos dedos rojos y afilados, que descienden desde un punto de origen próximo al borde superior del papel hasta alcanzar sus límites.

En los papeles, datados entre 2011 y 2014, los trazos se vuelven zigzagueantes, raudos y discontinuos, como si la mano del artista hubiera sobrevolado y acariciado el papel por unos pocos segundos, depositando el pincel su carga de tinta únicamente en aquellos puntos donde, merced a una rara combinación de azar y elegancia, apenas ha llegado a rozar la superficie.

En 2017, un año en el que el artista apenas ha tocado el soporte de lienzo, Feito ha pintado, sin embargo, un copioso conjunto de cartulinas en rojo y negro, de 64 x 92 cm., un formato sobre el que ha trabajado con notable agilidad. Además, en ese año vuelve a atacar el soporte de lienzo con dos trípticos, antes mencionados y recientemente finalizados en 2018, que revelan el esfuerzo y la potencia creativa de un hombre que, ya cerca de sus noventa años de vida, quiere seguir siendo fiel a la pintura y a su personal concepción del arte.

En palabras del maestro: Me apasiona coger el color. Ver su lenguaje, cómo cobra vida… En el manejo del color hay una sensualidad enorme. Cuando cojo una brocha y la meto en un bote de pintura me doy un gustazo enorme. Cada vez lo veo más difícil, pero cada vez me apasiona más.