La colección Pérez Simón en CentroCentro y el Cuadrado del Arte en Madrid
Desde el 20 de septiembre se puede visitar en la sala de exposiciones de CentroCentro la muestra Setenta grandes maestros de la Colección Pérez Simón. La exposición es un anticipo de las obras que acogerá la Serrería Belga, futura sede permanente del conjunto.
El Paseo del Prado tiene un nuevo inquilino. Y aunque este de momento es temporal, ha prometido que se quedará en Madrid en el futuro inmediato. Se trata de la colección de Juan Antonio Pérez Simón, una de las más relevantes del mundo, cuyo propietario se ha propuesto –con la ayuda del Ayuntamiento de Madrid– convertir el Triángulo del Arte –formado por el Museo del Prado, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza– en un Cuadrado.
De momento, lo que tenemos es un anticipo en forma de la exposición Setenta grandes maestros de la Colección Pérez Simón comisariada por Graciela Téllez Trevilla, Susana Martínez-Garrido y Roberto Fernandez Castro. Como su propio nombre indica, reúne algunas de las mejores piezas adquiridas por el empresario mexicano nacido en Asturias.
El anuncio de la muestra, que se puede visitar en CentroCentro desde el día 20, se ha solapado con el del futuro del Espacio Cultural Serrería Belga, que se convertirá en la sede permanente del conjunto.
Aunque todavía se conocen pocos detalles sobre el futuro museo. De hecho, durante la presentación, se confirmó que el acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid aún no se ha cerrado.
Hasta ahora se han adjudicado los trabajos de adecuación de la Serrería al mismo estudio que se encargó de su reforma, Langarita y Navarro Arquitectos –obras que está previsto que comiencen en el segundo semestre de 2025–, pero no se ha establecido la forma de préstamo bajo la que se expondrán las obras, el número total de ellas o cuáles serán.
No obstante, sí se ha precisado que se quiere que sean unos fondos rotativos. Es decir, que a lo largo de lo que dure el proyecto se puedan mostrar las más de 4.000 obras que forman la Colección Pérez Simón (de 200 en 300 piezas cada vez, que es la capacidad que se calcula a las futuras salas de exposición).
Tanta expectación hace que el recorrido de las tres secciones que conforman la exposición de CentroCentro tenga como melodía de fondo la pregunta “¿irá esta obra a la Serrería? ¿y esta otra?”. Es inevitable.
Mientras esperamos a que se sacie nuestra curiosidad, Sententa granes maestros recorre la historia de la pintura europea y americana comenzando por Cranach, pasando por Arellano y desembocando en Yoshitomo Nara.
Desde luego, el grupo mejor representado es el de los pintores victorianos ingleses, el conjunto de mayor calidad reunido fuera de Reino Unido y la debilidad de Pérez Simón. La joya de la corona para el coleccionista son Las rosas de Heliogábalo de Alma-Tadema, que ya pudo verse en el Thyssen hace más de una década. A este se suma Venus Verticordia de Dante Gabriel Rossetti, Niñas griegas recogiendo guijarros junto al mar de Frederick Leighton o La bola de cristal de John William Waterhouse.
Pero como no podía ser de otro modo, los españoles también tienen bastante peso. Desde una miniatura del Greco, un Retrato de Felipe II de Juan Pantoja de la Cruz, un Retrato de Doña María teresa de Vallabriga y Rozas de Goya, pasando por Sorolla y Zuloaga, hasta los contemporáneos como Manolo Valdés, Antonio López y Miquel Barceló.
Latinoamérica aparece en la Guadalupana de Arellano o en un cuadro de castas de un excelente seguidor de Juan Rodríguez Juárez, pero también en la que probablemente será una de las obras delante de las que se detengan más visitantes: Niña tehuacana. Lucha María de Frida Kalho (oportunamente enfrentada a Acueducto de Diego Rivera).
Y la lista continúa en esta colección enciclopédica: Rothko, Kokoschka, Munch, Van Gogh, Bouguereau, Gauguin, Monet, Zorn, Boldini, Murakami, Katz… Algunos de ellos no están presentes en ninguna de las otras grandes colecciones de la ciudad, demostrando la capacidad de este proyecto para llenar los –escasos– huecos que dejan el resto de museos y convertirse en el último vértice de un rico Cuadrado del Arte.