Un cristo atribuido a Diego de Siloé en La Suite Subastas

Un cristo atribuido a Diego de Siloé en La Suite Subastas

La sala barcelonesa celebrará su siguiente cita el próximo martes 26 de noviembre para la que ha reunido un total de 152 de lotes procedentes de la colección de una anticuaria. Entre todas las piezas sobresalen tres cristos, uno atribuido a Bartolomé Ordóñez y Diego de Siloé, otro a Manuel Chili Caspicara y otro de escuela filipina.

Lote 12. Atribuido a Bartolomé Ordoñez y Diego de Siloé. Cristo. Madera de nogal. 67,5 x 59 cm. Estimación: 120.000 / 160.000 euros.
Lote 48. Atribuido a Manuel Chili Caspicara. Corpus Christi. Madera tallada y policromada. 134 x 131 cm. Estimación: 60.000 / 90.000 euros.
Lote 56. Escuela filipina. Hacia 1600. Cristo vivo. Madera tallada y policromada. 107 x 92 cm. Estimación: 50.000 / 80.000 euros.

La Suite SubastasSuite Subastas celebra su próxima venta el martes con el título Los orígeness de una anticuaria. Se ofertarán un total de 152 lotes entre los que el arte colonial vuelve a tener gran peso, pero donde la pieza de más valor –estimado entre 120.000 y 160.000 euros– es un Cristo Crucificado que la experta Rosario Coppel ha atribuido a Bartolomé Ordóñez y a Digo de Siloé. La talla estuvo policromada en origen, pero no hay más que unos restos de ese color –desvelados en el estudio técnico– por lo que se puede contemplar la madera de nogal en la que fue realizado.

La ficha destaca el estudio anatómico y la “tensión conseguida” en los volúmenes que, sin embargo, no empaña el “clasicismo […] que distingue al crucificado [así como] la elegancia y serenidad que transmite a través de su expresión”.

Coppel compara este crucificado con “el trabajo de los relieves de la Sillería del Coro del monasterio de San Benito […] en el que colaboró Diego de Siloé […] y un Ecce Homo [del mismo autor] en la iglesia parroquial de Santa Eulalia en Torquemada”.

En cuanto a la participación de Ordóñez, se menciona la similitud con “el grupo del Descendimiento de la cruz, conservado en el Museo Federico Marés de Barcelona [y] el relieve de la Lamentación sobre Cristo muerto, también en madera de nogal en su color, en una colección particular”.

Dado el tamaño medio del Crucificado, La Suite propone que fuese el resultado de un encargo particular de un miembro del clero o de la nobleza. De nuevo, el estudio de Coppel habla de “una referencia documental sobre un Crucifijo que fue encargado por el Obispo Juan Rodríguez de Fonseca a Diego de Siloé […] según se cree, el Crucifijo citado fue destinado a la capilla de María de Coca (Segovia)” donde también se encontraba un segundo Crucificado, de grandes dimensiones, identificado como el Cristo de las Injurias de la Catedral de Zamora.

El lote 48 comparte tema con el anterior, pero está atribuido a Manuel Chili Caspicara, escultor indígena quiteño del siglo XVIII, por su similitud con el Cristo yacente del Museo del Banco Central de Ecuador. Se ofrecerá con unas estimaciones de 60.000 a 90.000 euros.

Por su parte, el lote 56 es un Crucificado de escuela filipina datado hacia 1600, una fecha temprana en la que la influencia Jesuita ya había llegado al archipiélago. Está estimado entre 50.000 y 80.000 euros.

En pintura también destaca la sección de arte latinoamericano, con el lote 46 a la cabeza de las valoraciones (entre 80.000 y 120.000 euros). Se trata de Los mercedarios de la prisión de Santa Fe de Bogotá, un lienzo de Gregorio Vázquez de Arce. El pintor fue el más destacado representante de la escuela de Nueva Granada (actual Colombia).

En cuanto a la obra, La Suite destaca su parecido con El Abad Joaquín de Flore entregando los retratos de san Francisco y santo Domingo y San Alberto Magno predicando del mismo autor.

En el caso del lote 30, se trata del Martirio de san Matías de Luigi Amidani, una obra inédita. A pesar de figurar mencionada en una publicación en 1965, junto con un Martirio de san Andrés procedente de la misma colección particular, no se había presentado en licitación pública.

Por aquel entonces se lo tenía por obra de Luigi Mirandori, pero ha sido gracias a Massimo Pullini que se ha alcanzado la nueva atribución. En su estudio del autor, el experto profundizó en la etapa española de Amidani, representada por los Martirios de los apóstoles de la Real Academia de San Fernando. Se ofrecerá con unas estimaciones de 40.000 a 60.000 euros.

Para terminar, volvemos a latinoamérica con el lote 47, unos Desposorios místicos de santa Catalina de Alejandría de Basilio Santa Cruz Pumacallao “a la manera de Francisco Pachecho”, como cuenta la casa de subastas. Los interesados pueden esperar que el martillo baje entre 35.000 y 50.000 euros. Estaremos atentos a La Suite.

Lote 46. Gregorio Vázquez de Arce y Ceballos. Los mercedarios de la prisión de Santa Fé de Bogotá. Óleo sobre tela. 179,5 x 237 cm. Estimación: 80.000 / 120.000 euros.
Lote 30. Luigi Amidani. Martirio de san Matías. Óleo sobre tela. 206 x 125 cm. Estimación: 40.000 / 60.000 euros.
Lote 47. Basilio Santa Cruz Pumacallao. Desposorios místicos de santa Catalina de Alejandría. Óleo sobre tela. 205 x 120 cm. Estimación: 35.000 / 50.000 euros.