El recientemente publicado informe anual de TEFAF sobre el mercado del arte confirma lo que venía siendo perceptible desde las filas de la industria, las ventas globales en 2015 cayeron un 7%. En un entorno económico en el que el 1% de las transacciones, aquellas por encima del millón de dólares, suponen el 57% del valor total, es posible vislumbrar las dificultades asumidas por la parte del sector que genera el restante 99%.
Un dramático impacto ha tenido en esta tendencia el descenso de la actividad en China. El que es ahora el tercer mercado del arte después de Estados Unidos y Gran Bretaña, vio disminuir en un 23% su volumen de negocio. En esta coyuntura de disminución del crecimiento en China, Art Basel Hong Kong ha sido el primer test de estrés del año en el que tomar el pulso a la tendencia del mayor mercado en Asia, y los resultados han sido esperanzadores.
La cuarta edición de la feria, celebrada del 22 al 26 de marzo, ha insuflado una cierta porción de optimismo a los profesionales del sector. Con una distribución equilibrada entre representantes occidentales y aquellos procedentes del continente asiático, la propuesta de las 239 galerías participantes, logró atraer a una cifra récord de 70.000 visitantes. En lo que se refiere a la salud de las ventas, la operaciones publicadas reflejan unos resultados positivos que posicionan al trillizo asiático de Basel como inmune al virus de la ralentización económica.
Galerías como Tina Keng Gallery, David Kordansky Gallery y Pace Gallery, informaron de unos resultados con todo o casi todo vendido. Otras operaciones de importancia fueron las sucedidas en el stand de Sprüth Magers con la venta de una obra de George Condo por $400.000, en Hauser & Wirth con una pintura de Mark Bradford adquirida por una colección institucional europea por $1,5 millones, o en el espacio de Blum & Poe con una pieza de Julian Schnabel del 2011 por $350.000, entre otras.
Cabe también destacar la participación de la galería Sabrina Amrani, con sede en Madrid, que confirmó la venta de las siete piezas expuestas del artista Waqas Khan por un total de $200.000. Cuatro de las cuales tienen como destino dos colecciones en Hong Kong.
Inmediatamente anterior a Art Basel Hong Kong, se celebró la otra semana grande del arte contemporáneo internacional fuera del circuito occidental, Art Dubai, que presentó su décima edición del 16 al 19 de marzo. Con un listado de 94 galerías de 40 países, congregó a un total de 27.500 visitantes, 2.000 más que en 2015.
Sin perder de vista este buen dato, en el caso de la cita emiratí, es la calidad del perfil de sus visitantes, más que la cantidad lo que marca la diferencia. “El Networking es un proceso lento, pero con una gran recompensa dado el nivel de comisarios y coleccionistas que visitan la feria”, afirma Jacobo Fitz-James de la galería Espacio Valverde. “Me ha gustado mucho la feria, el cruce de civilizaciones que congrega es magnífico”, continúa comentando el galerista madrileño. A pesar de los buenísimos resultados del solo project de la artista Elena Alonso, con prácticamente todo el stand vendido, Fitz-James es prudente a la hora de calibrar el éxito logrado y reflexiona sobre la importancia de elegir bien la propuesta a exponer. Junto con Espacio Valverde, Marta Cervera, Sabrina Amrani y Travesía 4 completan la lista de participantes españolas.
En cuanto a datos de ventas, los artistas que marcaron las operaciones por encima de los $300.000 fueron Ai Wei Wei, Faiq Hassan, Yayoi Kusama, Monir Shahroudy Farmanfarmaian, Marwan, Nasreen Mohammedi, y Jaume Plensa, entre otros. Estos buenos resultados en Dubai junto con lo apuntado para Hong Kong, vienen a confirmar la naturaleza de ambas ciudades como oasis del mercado del arte contemporáneo, más allá del criterio meramente derivado de su emplazamiento. Gregorio Cámara Castellanos @Gregorio_NY