En la cita del 13 de julio destaca además un papel de Antoni Tàpies expuesto en la Martha Jackson Gallery de Nueva York
Balclis afronta su última licitación del curso con algo más de 600 lotes, en lo que a pintura y escultura se refiere. Y quizá haya demasiada obra regionalista, un tanto anodina y repetitiva, de interés más bien medio o escaso para la mayor parte de los coleccionistas no catalanes, y probablemente también para ellos.
Sin abandonar la temática catalana, destaca por encima del resto un óleo del uruguayo Rafael Barradas -afincado durante muchos años en la Ciudad Condal, tras su paso por París-, titulada Puerto de Barcelona. Su intento por captar el movimiento de Barcelona daría lugar a un breve movimiento llamado vibracionismo (ver obras del Reina Sofía), una especie de versión personal tardocubista con tintes futuristas, y con evidentes recuerdos de los artistas del momento. Cartón de 33,5 x 47,7 cm (lote 1682), firmado en 1918, fue expuesto ese mismo año, como uno de sus últimos trabajos, en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona, del 11 de mayo al 30 de junio, en la muestra Exposició d’Art (p. 66, nº cat. 461; aparece también reproducido en O. F., ‘Les tendències artístiques en l’actual Exposició d’Art’, D’Ací id’Allà, Barcelona, 10 junio 1918, p. 508).
Comprado en 1920 directamente al artista en Madrid por David Gross, el propio Barradas solicitó su préstamo para la exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos del Palacio de Exposiciones del Retiro de Madrid de mayo, donde finalmente no llegó a ser expuesto. Y aunque sus piezas más valoradas por el mercado sean más bien sus personajes solitarios de la primera mitad de los años veinte (ver abajo fotografía: Calixto, mi sobrino, 1924; Hombre en el café, 1922/4; Hombre en la taberna (Serie Los magníficos), 1925) -de hecho, Muñeca, 1919 de adjudicó en Ansorena en marzo pasado por 37.000 euros (leer)-, esta obra que se ofrece por 50.000 euros no debería pasar desapercibida ni despreciada por los coleccionistas de altura…
De los vinculados a la escuela de París, Emilio Grau Sala y Carlos Nadal, merece la pena ver, por citar sólo dos obras: el abocetado pero muy fresco Jardín, 1932 (O/L, 46 x 55 cm; 1616) del primero, y la alegre Vista urbana (acuarela/papel/L, 27 x 35 cm; 1652) del segundo.
Otra de las piezas importantes de la cita es, sin duda, Blau i plastic sobre paper (Tm/papel/L, 133 x 118 cm; Agustí, 1959, repr.; lote 1900) de Antoni Tàpies. Realizado en 1969 y procedente de la Martha Jackson Gallery de Nueva York en un primer momento, y de la Maeght de París después, el artista sólo enviaba a su Meca americana lo mejor de su producción reciente. Pintura sorprendentemente sobria, la especie de cascada de agua queda reducida por el propio pintor a un sencillo Azul sobre papel… Lo sorprendente, dada la procedencia y el tamaño, es su precio inicial, 30.000 euros, que debería subir, y más si tenemos en cuenta que, hace apenas unos días, Sotheby’s París vendió por 519.000 euros su impresionante Cruz negra y sinuoso, 1979…
Dos años antes, Joan Ponç, compañero de fatigas y creaciones en Dau al Set, había dibujado con su mimo y creatividad habituales un atractivo La torre y el viejo (tinta, gouache y lápices de color/papel, 50 x 70 cm; 1901). Se piden 2.500 euros, un precio nada fácil en estos momentos por un papel de su mano, pero la calidad que ofrece sí parece merecerlos. Por cierto, antes de pasar a otra sección, vean con detenimiento la oferta de obra gráfica, y especialmente los libros de artista de Gordillo (1950), Sempere (1952), Tàpies (1954), Barjola (1955) o Saura (1956).
En el siglo XIX, sobresalen tres lienzos, aunque con precios menos complacientes, todo sea dicho. De 1835 es Tormenta (41,5 x 50 cm; 1436) de Jenaro Pérez Villaamil, por 10.500 euros; de 1853, se ofrece L’auberge espagnole (39 x 51,5 cm; 1435) de Eugenio Lucas Velázquez, por 7.000 (y publicado en la monografía de Arnáiz, nº 116); y atribuido a Antonio María Esquivel, Retrato de una joven, posiblemente la marquesa de Hermosilla (113 x 85 cm; 1434), por 10.000 euros.
Hay más oportunidades, en precio como los lienzos de María Antonia Dans (1797) y de Ignacio Gil (1654), o en calidad, como el Vendedor de pescado (1374) de Escuela italiana del XVII… Daniel Díaz @Invertirenarte