Sanatorio de Paimio para tuberculosos, Finlandia, Alvar Aalto, 1928-1933 © Alvar Aalto Museum, VEGAP, Barcelona, 2015.
LA ARQUITECTURA HUMANISTA DE ALVAR AALTO
CaixaForum Madrid presenta la gran retrospectiva del autor finlandés
Alvar Aalto (1898-1976) es el arquitecto finlandés más conocido del siglo pasado y uno de los más destacados en Europa. Su visión de la arquitectura y del diseño de objetos y muebles le convirtió, desde la década de los 20 y hasta los años 70 del siglo pasado, en uno de los principales defensores del modernismo humanizado. Ahora Caixaforum Madrid, después de haberlo hecho en Barcelona, presenta la gran retrospectiva Alvar Aalto 1898-1976. Arquitectura orgánica, arte y diseño, organizada por el Vitra Design Museum de Alemania y el Museo Alvar Aalto con la colaboración de la Obra Social la Caixa y con el patrocinio global de Microsoft.
Comisariada por Jochen Eisenbrand, conservador jefe del Vitra Design Museum, la exposición reúne alrededor de 350 piezas, entre maquetas históricas, dibujos originales, muebles, lámparas, objetos de cristal, dos pinturas de Aalto y una serie de obras de artistas de vanguardia que influyeron en el creador finés como Alexander Calder, Jean Arp, Fernand Léger y Moholy-Nagy, entre otros. Además de incluir los mejores edificios proyectados por Aalto en Finlandia y en otros países, la retrospectiva se complementa con fotografías y películas de algunos proyectos captados por el alemán Armin Linke, que establece un diálogo con el material documental e histórico expuesto en las salas.
A lo largo del recorrido, estructurado en varios ámbitos que abarcan desde las influencias de los viajes por Italia y la inspiración que encontró en el Renacimiento, pasando por su interés por los medios de comunicación en los años veinte, el cine y el diseño gráfico; la influencia de la naturaleza en sus diseños, ya que pensaba que el arte y la arquitectura tienen raíces comunes y están muy hundidas en el inconsciente del ser humano; las formas libres en el arte; la iluminación racional pero humana o el arte de lo cotidiano hasta desembocar en la arquitectura de síntesis y sus viajes a España en los años 50, donde conoció la obra de Gaudí, El Escorial, pero sobre todo por la influencia que irradió en algunos jóvenes arquitectos españoles, tanto en la fundación del Grupo R en Barcelona como en la redacción del Manifiesto de la Alhambra. Su inspiración dejó huella en arquitectos como Josep María Sostres, Moragas, Coderch, Fisac o de la Sota.
Entre sus obras arquitectónicas más conocidas destacan el Sanatorio de Paimio para tuberculosos, del que han recreado una habitación; la Biblioteca de Viipuri (Viborg), que hoy forma parte de Rusia; o la Villa Mairea. En ellos y en otros presentes en la exposición se puede ver cómo Alvar Aalto sabía combinar con equilibrio los volúmenes, los materiales y la luz. La naturaleza siempre está presente en sus edificios con ese juego interior y exterior, ya que siempre están integrados en la misma. Lo orgánico y la comunión entre arte y arquitectura, junto a la dimensión humana son rasgos que definen esos diseños pensando en las personas que iban a utilizarlos.
Otro aspecto que destaca en las piezas seleccionadas son sus piezas de mobiliario, siempre vanguardistas pero integradas en lo cotidiano y ahí encontramos sus modelos en vidrio como su jarrón “Savoy”, un ejemplo del mejor diseño finlandés; sus originales sillas, taburetes, sillones y reclinables, que no han perdido vigencia, o esa serie de lámparas porque siempre le interesó esa combinación entre la luz diurna y la luz eléctrica, que huía de los brillos.
Al concluir la visita de la exposición de Aalto piensas en cómo sus proyectos arquitectónicos, pictóricos o de diseño tuvieron siempre como eje central a las personas. El artista finlandés intentaba preservar una cierta individualidad en una sociedad masificada y cada vez más tecnificada, con el objetivo de vivir el entorno con todos los sentidos.
Hasta el 10 de enero de 2016.