JAN HENDRIX, UNA MIRADA ROMÁNTICA DE LA NATURALEZA

JAN HENDRIX, UNA MIRADA ROMÁNTICA DE LA NATURALEZA

JAN HENDRIX, UNA MIRADA ROMÁNTICA DE LA NATURALEZA

El Instituto de México en España, con la colaboración de la galería La Caja Negra, presentan los últimos trabajos del artista con el título de Wolftree

El Instituto de México en España, con la colaboración de la galería La Caja Negra, presenta una exposición, titulada Wolftree (árbol lobo o solo), que incluye más de una veintena de composiciones recientes de obra gráfica de Jan Hendrix (Maasbree, Holanda, 1949), realizadas en diferentes soportes –papel, metal esmaltado y acero inoxidable- y en diferentes escalas, desde la monumentalidad de algunas obras al intimismo de otras.

Hendrix trabaja y reside en México desde 1978. Sus obras han sido expuestas en numerosos países europeos, americanos y ya forman parte de colecciones públicas como la Biblioteca Nacional de París, el Bonnefanten Museum de Maastricht, el Stedelijk Museum de Amsterdam, el Museo Universitario de Ciencias y Arte de la UNAM en Ciudad de México o la Fundación César Manrique de Lanzarote, entre otras instituciones. También ha colaborado en la edición de libros de autor con Seamus Heaney, W.G.Sebald o García Márquez, entre otros.

El recorrido que nos propone Jan Hendrix en su nueva exposición en Madrid, ciudad en la que ya ha expuesto en varias ocasiones, es una mirada de observador cercano, casi un botánico de la naturaleza, que siempre parte del dibujo como eje de todo y de ese modo capta el paisaje como en Dibujando la distancia, una serie de 30 impresiones digitales, en pequeño formato, donde revela su dominio del juego de escalas.

Como su admirado Sebald en su peregrinaje por el condado de Suffolk, Hendrix paseó -durante 30 días y a diferentes horas- por el bosque para captar los detalles y crear un mapa de su percepción de la naturaleza con las hojas, las ramas, las luces y las sombras, en un viaje interno y externo, levemente romántico pero con ecos melancólicos. Su obra posee una rara elegancia, despojada de todo ornamento, fruto de una mirada contemporánea.

En la serie de homenaje a Camille Corot, siempre dibuja en negativo para resaltar los negros frente a los blancos, y muestra su homenaje al pintor francés para lograr atmósferas intimistas en un paisaje invernal francés. También se observa en sus obras el dominio del grabado de maestros como Durero y Rembrandt o su acercamiento a Mondrian.

En el tríptico Australis o en el díptico Wolftree, ambos de 2013, rinde homenaje al árbol solo en medio de la emboscadura de Ernst Junger, con influencia de Caspar David Friedrich y de los maestros japoneses, mientras que en la serie, titulada Radio, atrae nuestra mirada al cielo para que observemos lo que se ve entre las copas de los árboles.

Por último, mencionar la serie Lacustre, que incluye serigrafías recortadas en rojo con formas de distintas flores, y la monumentalidad de Lotus, 50 paneles con el positivo y el negativo de formas naturales del árbol desnudo, que expresa un sentimiento poético a la hora de representar la naturaleza.  Hendrix demuestra un gran dominio del dibujo, de las técnicas de grabado y lo combina con precisión, casi de miniaturista, con la aportación de la fotografía y la impresión digital para transmitirnos su experiencia.

Hasta el 22 de mayo de 2015. Julián H. Miranda

Jan Hendrix. Australis, 2013. Impresión glicée y serigrafía.
Jan Hendrix. Corot IV. 2012. Impresión glicée y serigrafía montada en bastidor-
Jan Hendrix. Lotus. 2012. Metal esmaltado.
Jan Hendrix. Radio IV. 2012. Impresión glicée y serigrafía.