Isbilya saca a subasta una escultura de Berruguete

Isbilya saca a subasta una escultura de Berruguete

En contra de lo que viene sucediendo en el mercado del arte, en el que la escultura suele ser relegada a un segundo plano, la casa sevillana apuesta claramente por ella gracias a la licitación de piezas tan importantes como el 674, un “San Miguel Arcángel” de Alonso Berruguete (1490-1561).

 

Considerado como lo que se venía denominando, “Las águilas del renacimiento” junto a Bartolomé Ordóñez, Pedro Machuca y Diego de Siloé, parte de esa generación que desde comienzos del s. XVI deciden acudir a Italia para formarse en las fuentes del renacimiento. Una estancia larga en el país transalpino le llevó a relacionarse con los grandes maestros de la época entre ellos Miguel Ángel. Esas influencias marcaron un antes y un después en el artista; su llegada a España supuso aire fresco para la plástica del s. XVI todavía en clave gótica. Su fama partió de introducir el renacimiento en nuestro país otorgando a su obra un sello personal que le llevo a convertirse en uno de los escultores más importantes. A día de hoy es complicado que un coleccionista compre esta talla por 150.000 euros impuestos no incluidos, y es que, el valor no tiene nada que ver con el precio, y este a día de hoy es elevado. Esperemos que en un futuro este tipo de obras puedan llegar a alcanzarlo o incluso superarlo, fundamentalmente por la escasez y calidad de estas tallas.

 

Otra de las obras más relevantes de esta subasta  es un “San José con el Niño” (709) de José Risueño (Granada, 1665-1732), formado en el taller de su padre y posteriormente junto a los escultores Diego y José de Mora, todos ellos discípulos de Alonso Cano (1601-1667). De 52 cm de altura, comenzará en 20.000 euros. Curiosamente una estimación inferior a los 22.000 euros que piden por una obra de su círculo (732), “Inmaculada”, aunque se trata de una pieza de mayor tamaño (85cm de altura), no justifica esa diferencia de precio. De esta misma época es el estupendo busto de la “Dolorosa” del circulo de José de Mora (Baza, 1642-Granada, 1724) que saldrá por 15.000 euros. Si tenemos en cuenta que el 29 de mayo del pasado año ya se vendieron en Goya subastas un par de bustos de “Virgen Dolorosa” (167) y “Cristo” (168), atribuidos a su hermano Diego por 19.000 y 17.000 euros respectivamente, desde los 1.500 en los que se tasaron, es de esperar que esta suba algunas pujas.

 

Interesantes también son las dos esculturas atribuidas a Luisa Ignacia Roldán (1652-1706), conocida como “La Roldana”, me refiero a l 675 “Ángeles torcheros” y al 731 “Rey y paje” que saldrán en 15.000 euros cada una. Esta artista sevillana, se formo a la sombra de su padre, Pedro Roldán, tras esta primera etapa se traslada a Cádiz en 1686. En 1688 gracias a Cristóbal de Ontañon, se va a Madrid donde tras entregar algunas obras al rey Carlos II, se la nombra Escultora de Cámara, título que sigue conservando tras la entrada en 1700 de los Borbones y el nuevo rey Felipe V.

 

Una pieza especialmente llamativa es el busto en mármol de Julio Cesar (347), de la Escuela Italiana del s. XVII, lástima que salga en un precio tan elevado de 30.000 euros, máxime si tenemos en cuenta otros precedentes de obras similares vendidas en nuestro país. Como los bustos de emperadores italianos también de mármol del s. XVIII, vendidos en Goya Subastas también el mes de mayo del pasado año (lotes 149 y 151) por unos escasos 3.750 euros, desde los 2.500 en los que partían.

 

Los pergaminos manuscritos medievales, es el otro apartado importante que esta sala sevillana ha conseguido para su licitación del próximo 14 de abril. No sería nada de extrañar que el Estado ejerciera el derecho de tanteo por alguno o todos ellos para alguna de sus colecciones. Y es que, este conjunto de documentos (lotes 226 a 230) son especialmente interesantes para cualquier coleccionista, especialmente el 226, Privilegio Rodado de Alfonso X a la Villa de Orihuela, fechado el 15 de junio de 1292 de la era hispánica. Este tipo de pergaminos estaban entre los más solemnes emitidos por las cancillerías reales durante la Edad Media. De gran formato, y redactados generalmente en letra gótica cancilleresca. Uno de los símbolos más característicos de estos escritos era el “signum regis”, que servía para validar su contenido. Estos han sufrido una evolución a lo largo del tiempo y sus diferentes monarcas, de este modo empezaron teniendo una forma rectangular durante el reinado de Alfonso VII, comenzando su forma circular o rodada a partir del reinado de Fernando II, rey de León. A partir de ese momento los documentos que los contienen reciben el nombre de privilegios rodados. La estructura de estos documentos llegó a ser regulada en época de Alfonso X, perfectamente definidos. Comienzan con una invocación religiosa, generalmente en forma de símbolo, un crismón crucífero con alfa y omega, inserto en un círculo. A continuación una intitulación, presentando a la autoridad de la que parte, seguido del destinatario al que va dirigido. Luego se desarrolla el contenido legal y una notificación de la misma. Finalmente la autentificación a través del ya descrito signun regis, y la relación de las personas que dan fe de ello, y para terminar un sello real de plomo pendido de hilos de seda o algodón. Este precisamente es el que le da más relevancia a este lote 226 y su buen estado de conservación, ya que en muchos casos se pierde a lo largo del tiempo. Se ha estimado por él un precio de salida de 9.000 euros. Mucho ojo por lo tanto a este y al resto de documentos provenientes todos ellos de una colección privada de Madrid. Y en el que destaca también el 227, Privilegio rodado de Sancho IV “el Bravo”, manuscrito e iluminado, fechado el 20 de abril de 1292, en este caso comenzará en 6.000 euros. Mariano Santos @AntgOln