HUELLAS DE SOL. TALBOTIPOS DE HENNEMAN PARA LOS ‘ANNALS’
El Museo del Prado, en colaboración con el Centro de Estudios Europa Hispánica y el National Media Museum, presenta la exposición Copiado por el sol dentro del festival PHotoEspaña. La muestra reúne siete ejemplares del volumen Annals of the Artists of Spain, así como los diversos materiales empleados por el coleccionista e hispanista inglés William Stirling Maxwell para la elaboración del libro. Esta publicación se considera el primer libro de la historia del arte español desarrollada cronológicamente y la primera que incluyó pruebas fotográficas. Se concibió como un conjunto de cuatro volúmenes; los tres primeros, con texto de Stirling Maxwell, se editaron en 1848 y el cuarto fue un suplemento de ilustraciones destinado a los amigos y colaboradores de Stirling, del que solo se editaron 50 ejemplares dedicados para amigos, familiares, colaboradores, coleccionistas y bibliotecas, y del que solo se conservan 25, todos ellos con diferentes niveles de degradación, con desvanecimientos más o menos acusados en función de factores químicos y ambientales.
Las causas de este desvanecimiento están vinculadas a lo temprano de su fecha, en un momento en que los procedimientos fotográficos de negativo y copia estaban todavía desarrollándose y no habían alcanzado un nivel adecuado de estabilidad. Por ello su exposición hoy en día está sujeta a estrictas condiciones de iluminación, temperatura y humedad. Con este libro, el arte español alcanzaba carta de naturaleza fuera de nuestras fronteras al reproducirse obras de artistas españoles de los siglos XVI y XVII, además de Goya. Reunía en total 68 reproducciones fotográficas tomadas por el fotógrafo Nicolaas Henneman (1813-98) bajo la supervisión de Stirling. El procedimiento fotográfico empleado fue inventado por William Henry Fox Talbot (1800-77), por lo que los negativos en papel recibieron el nombre de talbotipos. Henneman, ayudante de Talbot, fundó un establecimiento en que se produjeron las primeras fotografías realizadas con esta técnica, cuyas limitaciones condicionaron el modo de realizar el libro. La sensibilidad de los negativos a la luz era baja, por lo que las tomas se realizaban en exteriores. El tiempo de exposición era prolongado debido a la poca sensibilidad del papel. Por otra parte, variaba según las condiciones lumínicas, aumentado en los días nublados, aunque se evitaba realizar tomas en días de sol intenso para eludir excesivo brillo. Las copias también se realizaban bajo la luz del sol, poniendo en contacto el negativo de papel con el papel emulsionado del positivo. La inestabilidad de esta nueva técnica, basada en la preparación manual de papeles con productos químicos, motivó que ya durante el proceso de obtención de los negativos y las copias se observaran deficiencias que afectaban a su conservación.
Stirling Maxwell quiso a través de este libro incorporar la nueva técnica fotográfica como instrumento al servicio de la Historia del Arte. De esta manera sustituyó los grabados y litografías por fotografías que permitían reproducir las obras de una manera más sencilla. Sin embargo, la necesidad de fotografiar bajo la luz del sol impedía retratar los originales que se encontraban en el interior de los museos e iglesias de España. Por ello en muchas ocasiones Stirling tuvo que recurrir como modelo para sus fotografías a aquellos grabados y litografías que reproducían las obras de arte y que formaban parte de su colección y de su biblioteca. En otros casos Stirling contrató a artistas para que realizasen en Sevilla y París copias al óleo o acuarela de obras que le interesaban y que nunca habían sido reproducidas, y que después fueron fotografiadas. En ocasiones excepcionales pudo reproducir originales, siempre de obras de pequeño formato -relieves, dibujos, libros y estampas- que fueron ser trasladadas al taller de Henneman procedentes de la colección de su amigo, el escritor y viajero por España Richard Ford (1796-58).