Histórica venta en Christie’s Nueva York con el sello Rockefeller
Del 8 al 10 de mayo saldrá a subasta la colección creada en vida por David y Peggy Rockefeller.
Hablar de la historia de la familia Rockefeller es sinónimo de hablar de EE. UU. Y, más concretamente, de Nueva York. Mediante más de 1500 lotes la casa de subastas nos conduce a través de décadas del coleccionismo de David y Peggy Rockefeller. La pareja, que sigue los pasos de las anteriores generaciones de su familia, compró obras no solamente para decorar sus inmuebles y propiedades, sino para recaudar fondos para diversas instituciones culturales, médicas y medioambientales.
Y es que el espíritu filantrópico de los Rockefeller es legendario, se calcula que David y Peggy donaron en vida cerca de 1.000 millones de dólares.
El conjunto de 6 ventas presenciales -y otras tantas online- constituyen la mayor subasta con fines benéficos que se haya celebrado. De hecho, con unos cálculos que sitúan la recaudación total en torno a los 500 millones de dólares, podría desbancar a la colección de Yves Saint Laurent, actualmente la más relevante ofrecida en subasta. Todos los beneficios obtenidos irán a parar a 11 instituciones, entre las que se encuentran varias relacionadas con la propia familia -David Rockefeller Fund, Rockefeller Brothers Fund, Rockefeller University-, y algunas de las más prestigiosas de Norteamérica, las más notables: Harvard University y el MoMA.
Este acontecimiento se dará cita en uno de los lugares míticos para la familia, el Rockefeller Center, que también es la sede central de Christie’s en Nueva York.
De entre los lotes ofrecidos, la pintura moderna y contemporánea es la que atrae más miradas, con unas piezas dignas de cualquier museo de primer nivel. Y por supuesto, las estimaciones van en consonancia.
Quizá la estrella de la semana será el Picasso Filllette à la corbeille fleurie, procedente de la colección de los hermanos Stein, para el que la casa de subastas espera que las pujas ronden los 90 y 120 millones de dólares. Este lienzo fue adquirido por David Rockefeller en una operación en la que reunió a otros 5 inversores para donar la mayor parte de la colección de la escritora al MoMA.
Otra pieza que atraerá a los coleccionistas más ambiciosos serán las Nymphéas en fleur de Monet. A pesar de no ser tan escasos los ejemplos de esta serie creada por el francés en Giverny como los lienzos de la etapa rosa de Picasso, pocos compradores pueden resistirse a poseer un pedazo de la historia del arte tan icónico. Con una estimación de 50 millones de dólares, se sumará a las ventas destacadas de la jornada.
En el terreno de los posibles récords, tenemos la Odalisque couchée aux magnolias de Henri Matisse. Christie’s espera unas pujas que superen los 70 millones de dólares, la cifra más elevada para una estimación de una obra del pintor. La venta podría verse afectada por el tema, uno de los más famosos de Matisse, pero que puede resultar poco apropiado para los compradores de Oriente Medio (uno de los mercados más relevantes actualmente). No obstante, es una de las últimas piezas de su nivel en manos privadas y muy probablemente veremos una pequeña guerra de pujas cuando sea presentada.
No podemos dejar de mencionar la pintura de autores americanos dentro de la licitación. Aunque con unas estimaciones inferiores y lejos de situarse como las ventas de referencia para estos artistas, no dejan de ser un conjunto de gran interés. Sobre todo, destaca el paisaje de Georgia O’Keeffe Near Abiquiu, New Mexico con unas estimaciones de entre 3 y 5 millones de dólares. O’Keeffe se convirtió en 2014 en la artista mujer más cotizada en subasta de la historia por su Jimson Weed con 44,4 millones de dólares de remate. También encontramos un Edward Hopper, Cape Ann Granite con estimaciones de 6 a 8 millones de dólares.
Entre las artes decorativas los precios son bastante más discretos. Uno de los reclamos de estas subastas es la posibilidad de encontrar una pieza para prácticamente todos los bolsillos. El conjunto más interesante ha de ser la vajilla encargada por Napoleón, llamada Marly Rouge, en la que cada plato está decorado con una representación de una mariposa diferente. Hacia este conjunto David sentía un especial cariño, ya que desde niño se había interesado por la entomología. Las 22 piezas han sido estimadas entre los 150.000 y los 250.000 dólares.
Por último, y entre las piezas más exóticas, está un bronce dorado de Amitayus, deidad budista relacionada con la longevidad. Ejecutada para el emperador Kangxi, cuenta con una calidad, tanto en los materiales como en la ejecución que la convierten en la pieza de arte chino más relevante dentro de la licitación. Sus estimaciones van de 400.000 a 600.000 dólares.
La relevancia de la familia Rockefeller será un reclamo sin duda para todo coleccionista americano, pero la rareza y sobresaliente cualidad de las piezas será la que atraiga al resto del mundo. Solo podemos esperar al resultado de este evento que se da, únicamente, una vez en cada generación. Héctor San José.