FIESTA Y ENTRETENIMIENTO EN LA CORTE DEL REY SOL
Versalles presenta en una exposición la infinita variedad e inventiva de las diversiones cortesanas del Cristianísimo rey (hasta el 26 de marzo 2017)
Luis XIV fue un maestro en la utilización de su propia imagen con fines políticos y propagandísticos. El marco “teatral” idóneo para escenificar el poder regio lo constituía el palacio de Versalles. El monarca supo llevarlo a su máximo nivel, haciendo del entretenimiento real una manifestación deslumbrante del absolutismo monárquico que desde el corazón de la monarquía se irradiaba al resto de territorios. Dentro de las estrategias de representación, Versalles se convirtió en un lugar de fiesta y espectáculo cada vez más esplendoroso, extraordinario y fantástico. El rey, en una suerte de “panem et circenses” a la romana, supo comprender lo necesario que era todo esto para el entorno político que había construido. Él mismo lo expresaba de modo elocuente en las memorias redactadas en 1661 para la instrucción del Delfín: “esta sociedad de placeres, que confiere a los cortesanos una honesta familiaridad con el soberano, les conmueve y les encanta más de lo que dicen y aparentan”.
Así pues, el día a día de la corte necesitaba de gran variedad de entretenimientos y en los eventos reales de especial significación había que sorprender, “suspender el ánimo” en palabras de la época, tanto a la corte, al reino, como al resto de Europa. Los sucesores de Luis XIV mantuvieron esta fastuosa y creativa tradición de retórica visual y artificio en función de los gustos y las modas de cada época.
Esta exposición presenta la gran variedad e inventiva del amplio catálogo de entretenimientos en la corte, ya fuese para disfrute exclusivo del monarca, o también de los cortesanos. Estos incluyen todas las formas de espectáculos públicos como comedias, óperas, conciertos, fuegos artificiales o juegos de luces; así como actuaciones privadas en las que los mismos cortesanos subían al escenario transformándose en actores. Eran habituales también los juegos de azar y diferentes actividades físicas en las que los propios cortesanos debían brillar por sí mismos en cacerías, bailes, paseos y diferentes juegos gimnásticos.
Cubriendo un amplio periodo de tiempo -desde Luis XIV a la Revolución- el objetivo de la exposición no es tanto presentar un inventario exhaustivo de los placeres ofrecidos o escenificados por la corte de Versalles, sino evocar cómo los vivieron los protagonistas de aquella época a través de una selección de obras significativas. Entre ellas se incluyen trajes, pinturas, documentos gráficos, objetos diversos, etc. que proceden tanto de colecciones públicas y privadas francesas como del extranjero. Todo ello refleja la variedad de diversiones así como el refinamiento asociado con las mismas.
La muestra se apoya en grandes representaciones visuales, imágenes 3D y puestas en escena que invitan a los visitantes a redescubrir la atmósfera de los lugares -algunos de ellos desaparecidos- e imaginar como sería estar en la corte del rey de Francia. APC.