EL UNIVERSO PLÁSTICO DE BASELITZ EN LA FUNDACIÓN BEYELER
Georg Baselitz (Saxoni, Alemania, 1938) es uno de los artistas más destacados de nuestro tiempo. Para celebrar su octogésimo cumpleaños, que se celebra hoy, la Fundación Beyeler ha abierto una amplia selección de su trabajo como pintor, escultor y grabador. La exposición, organizada en estrecha colaboración con el artista, toma la forma de una gran retrospectiva, que incluye muchas de las pinturas y esculturas más importantes creadas por Baselitz en las últimas seis décadas. Estas piezas resumen cada una de las fases de la carrera del artista, revelando el asombroso alcance de su imaginación creativa. Su estilo singular ha oscilado entre cierto neoexpresionismo y una tendencia a la posmodernidad, siendo ampliamente valorado en Europa y Estados Unidos de América. Baselitz vive y trabaja actualmente entre Basilea, Salzburgo, Baviera y la Riviera italiana.
La retrospectiva, comisariada por Martin Schwander, reúne alrededor de ochenta pinturas y diez esculturas desde 1959 hasta la actualidad, con préstamos de importantes colecciones públicas y privadas en Europa y Estados Unidos. El recorrido de la exposición, distribuida en 12 salas de la Fundación Beyeler. sigue un orden cronológico, desde las primeras pinturas datadas en los años 60 hasta sus monumentales autorretratos de 2017 o esculturas en el jardín realizadas en 2012/2013. Además se ha presentado por primera vez el documental dedicado a Baselitz, dirigido por su amigo el cineasta Alexander Kluge.
Baselitz es uno de los pocos artistas contemporáneos cuyo trabajo está profundamente arraigado en la historia de la pintura europea y estadounidense. Su trayectoria se contempla como la de un inventor de un lenguaje pictórico figurativo basado en un rico repertorio de elementos iconográficos y estilísticos, aunque éstos, en sus innovaciones visuales, adquieran significados conflictivos y ambivalentes. El universo artístico de Baselitz es como un salón de espejos en el que las imágenes originales, recordadas e imaginadas se mezclan con los modelos y precedentes de la historia del arte para formar nuevas y llamativas composiciones. Es un conjunto de creaciones que emocionan al espectador y le permite ver los cambios y evolución durante casi seis décadas de producción en su estudio durante un largo período vital. En la riqueza de su gama temática y estilística late un talento excepcional, en ese diálogo de completa interacción entre el creador y sus personajes como en el dedicado a su esposa Elke.
Las obras clave de la década de 1960, con una selección de las pinturas Hero y Fracture, figuran en la muestra, junto con ejemplos de las imágenes invertidas por las que Baselitz se hizo famoso en los años 70 y 80. Una selección de las esculturas de madera de gran formato del artista supusieron su primer ejercicio en este soporte como la pieza de madera pintada que causó un escándalo político cuando se expuso en la Bienal de Venecia de 1980. Pinturas de la última serie Remix y de los últimos años completan el estudio de la obra de uno de los artistas más originales de los siglos XX y XXI.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 29 de abril, ha sido organizada en cooperación con el Museo Hirshhorn y Sculpture Garden en Washington DC, donde se mostrará posteriormente con algunos cambios. Asimismo y paralelamente a esta retrospectiva, el Kunstmuseum Basel exhibe una selección de obras de Baselitz sobre papel.