El tríptico de Machuca voló a los 210.000 euros en Alcalá Subastas
Grandes ventas en pintura antigua y en contemporáneo con la colección de dibujos de la Escuela de París, entre otros, durante la licitación de los días 21 y 22 de marzo
La cita de esos días en Alcalá Subastas prometía ser especialmente interesante por la singularidad de las piezas que se ofrecían a los coleccionistas tanto de maestros antiguos como de actuales. Y no defraudó en absoluto.
La obra que destacaba por encima del resto, como comentamos en nuestro artículo de previos (ver), “por calidad, complejidad simbólica y por su escasa presencia en el mercado”, era el pequeño pero bueno y bien conservado tríptico sobre tabla del toledano Pedro Machuca (h. 1490-1550). Tríptico de la Virgen María con Jesús en su regazo sobre fondo de paisaje; en las alas, en la parte superior y en hornacinas, san Roque y san Sebastián, y Eva y Adán, desnudos, en la parte inferior (53 x 35 cm, tabla central; laterales: 53 x 13,5 cm; medidas totales: 61 x 85 cm; lote 281, ver), que se ofrecía por 40.000 euros, prometía acaparar la atención de los coleccionistas de pintura antigua, y así sucedió. Cuatro de ellos estaban en los teléfonos, aunque a partir de los 60.000 euros sólo dos de ellos siguieron pujando, alternando sus pujas, hasta adjudicarse en nada menos que 180.000 euros; sumadas ya la comisión de la sala y los impuestos (16,67%), se queda un remate por 210.006 euros, una de las cantidades importantes de esta temporada…
Poco antes, habíamos asistido a otra subida importante, aunque previsible. Se trataba del hipnótico San Antón (temple/tabla, 81 x 69 cm; 275) de Bartolomé de Castro, que debió pertenecer al mismo banco del retablo de San Juan Bautista de Requena del Campo (Palencia) que el San Pedro que salió a pujas en diciembre pasado por 9.000 euros y que se remató por 16.000 euros (ver). Esta vez, la calidad y el estado de conservación eran especialmente buenos y, así, no fue extraño que pasase de los 11.000 euros iniciales hasta los 25.000 euros finales. De esa misma mano y procedencia se ofrecía por los mismos 11.000 euros otra tabla, trabajada pero menos atractiva, Visitación (temple/tabla, 81 x 76,5 cm; 276), que subió apenas una puja y se remató por 12.000 euros. Por último, en el apartado éste de tablas antiguas, debemos mencionar también los 7.500 euros pagados por el Bautismo de Cristo (O/T, 92 x 81,5 cm; 280), de un apenas conocido Benito Sánchez Galindo (ver), cercano al maestro Luis de Morales y del que apenas existen obras documentadas.
En el apartado internacional grosso modo hubo también cuatro interesantes ventas por los precios de salida, pero ventas al fin y al cabo que suman casi 120.000 euros. De los Países Bajos, se vendieron dos lienzos: de Abel Grimmer, Los proverbios: el verdadero retrato de los abusos del mundo (O/L, 78 x 113 cm; 334), publicado como obra segura de su mano pero no firmada en el catálogo razonado de Reine de Bertier de Sauvigny, Jacob et Abel Grimmer. Catalogue raisonné (Bruselas, 1990; il. núm. 151, págs. 288 y 290), por 62.500 euros; y una Alacena (O/L, 84,5 x 118 cm; 333), firmada por Francisco Gysbrechts, por 20.000 euros. Del mundo próximo a lo colonial, otras dos ventas: la del retrato de Don Eugenio Alvarado, I Marqués de Tabalosos y VI Conde de Cartago (O/L, 203 x 154 cm; 341), de Escuela española o colonial del siglo XVII, por 20.000 euros; y la Virgen de la Antigua o de Sevilla (O/L, 120 x 95 cm; con importante marco rococó; 323), de Escuela española del siglo XVIII, modelo especialmente copiado en el Nuevo Mundo, que subió de 10.000 a 15.000 euros.
De finales del siglo XVIII, destacó la venta de la inédita Inmaculada Concepción, h. 1780/4 (O/papel/L, 51,5 x 25,5 cm; 357) de Mariano Salvador Maella; probable boceto muy avanzado para la capilla de san Antonio en la iglesia de san Francisco el Grande de Madrid, subió de 6.000 a 9.500 euros.
En la pintura de cambio de siglo, debemos mencionar la venta de La boleta (O/L, 30,5 x 50,5 cm; 401), de Josep Cusachs, que pasó de 8.000 a 11.000 euros, y la de la acuarela Boceto preparatorio para Il Contino (25,5 x 18 cm; 386) de Mariano Fortuny, que también subió de 4.000 a 5.500 euros.
Por último, la pintura contemporánea que, como decíamos al inicio del artículo, cosechó también importantes e interesantes ventas. La obra que destacó por encima del resto, cumpliendo lo previsto, fue la tela del catalán Joan Hernández Pijuán, Xiprer vestit de llum blanca 3, 2002 (O/L, 150 x 150 cm; 1114), procedente de la galería Soledad Lorenzo, de Madrid, donde estuvo expuesta en 2002. Los 35.000 euros en que se ofrecía no dejaban de ser un precio atractivo, y así las pujas se sucedieron en sala hasta rematarse por unos más lógicos, dado el tamaño, año y calidad de la obra, por 55.000 euros.
De ese mismo año 2002, se ofrecían dos obras de Elena Asins -una de las grandes artistas españolas, fallecida hace pocos años-, que formaban una especie de díptico, pues las 72 piezas sobre fondo blanco de la primera de las obras (lote 1105), Canons 22 Isométrico en B, 2002 (pintura sobre madera y collage, 180 x 160 cm), estaban giradas 90º a la izquierda sobre fondo negro respecto a las de la segunda (lote 1106), Canons 22 Isométrico en A, 2002 (pintura sobre madera y collage, 180 x 160 cm). Cada una de ellas se ofrecía por 15.000 euros y ambas se adjudicaron por 20.000 euros, muy probablemente para el mismo comprador, intuimos.
En ese ámbito del lenguaje geométrico, pero en vez de matemático, suprematista en este caso, del vasco Txomin Badiola se ofrecía un áspero pero contundente Doble 0’10, 1988 (hierro, 86 x 160 x 97 cm; 1108), expuesta recientemente en el Palacio de Velázquez de Madrid, en la gran retrospectiva que le organizó en Reina Sofía el pasado año; la obra Doble 0’10 es una cita literal de una página del libro de Kasimir Malévich, Ilustraciones del libro Suprematismo. 34 dibujos (Vitebsk, UNOVIS), de 1920, y la traslada a la tercera dimensión, introduciendo el vacío como elemento vertebrador y significante de la pieza. Por 20.000 euros se ofrecía, y en esa cantidad se vendió. Y del Equipo Crónica, El huevo de Pascua, 1969 (cartón piedra pintada a mano, 6/50, 105 x 70 x 45 cm; 1085), subió de 12.000 a 15.000 euros.
Por último, la colección de casi cien dibujos que agrupó el artista checo Ota Janecek, de artistas españoles de la Escuela de París, tuvo una acogida magnífica en el mercado, también por lo atractivo de sus precios, y prácticamente se vendieron todos. Destacaría la Figura en una silla, 1945 de Baltasar Lobo (995), que subió de 1.500 a 5.000 euros, el aguafuerte de Joan Miró, Bon à Tirer del II estado de Ensayos (Essais), 1954 (997), de 6.000 a 9.000 euros, o los finales ya, magníficos, del ovetense Luis Fernández: el más clásico Bodegón con gallo y conejo, 1941 (de 3.000 a 11.000 euros; 1027), y los expresionistas Anciano y niño, 1939 (de 6.000 a 17.000 euros) y Figura, 1938 (de 10.000 a 16.000 euros). ¡Enhorabuena a la sala! Miriam del Río