EL REY INAUGURA EL MUSEO IBERO DE JAÉN
El pasado lunes 11 de diciembre, Felipe VI inauguró el nuevo Museo Íbero de Jaén. Se trata de un ambicioso proyecto que se gestó en 1997 y que ha sido auspiciado por la Junta de Andalucía. En él se aborda por primera vez y de manera exclusiva la cultura íbera. En este sentido, el nuevo museo se configura como una institución de primer orden que recoge los principales testimonios materiales de dicha cultura. No es para menos, pues para su construcción –se trata de un edificio creado ex profeso– se ha requerido una inversión de más de 25 millones de euros para un espacio que cuenta con más de 11.000 metros cuadrados.
Su colección reúne piezas procedentes de todos los museos de la Comunidad Autónoma y del resto de España. Así, a los fondos que aporta el Museo de Jaén, se suman las del Museo Arqueológico de Córdoba y el de Sevilla o el Conjunto Arqueológico de Cástilo. Otras piezas han sido prestadas por centros locales, así como de corporaciones como las granadinas del Instituto Gómez Moreno o la Fundación Rodríguez Acosta.
La propuesta inaugural del nuevo museo es la exposición temporal La Dama, El Príncipe, El Héroe y La Diosa, que propone un recorrido por escenarios de cuatro personajes que representan en el mundo íbero las figuras mitológicas de las cráteras de Piquía. El objetivo pasa así por mostrar cómo el poder político íbero se respaldaba y legitimaba a través de la simbología religiosa y la heroica. No es casual, por tanto, que el punto de partida de la muestra lo constituya el conjunto de cuatro cráteras áticas de finales del siglo V-principios del siglo IV antes de Cristo (a.C.), recuperadas en 2010 en el yacimiento de la cámara principesca de Piquía (Arjona, Jaén), datada en el siglo I a.C.
El discurso expositivo recorre la secuencia de los personajes propuestas en su título, contextualizándolos en espacios arqueológicos vinculados a ellos. La Dama, se vincula al Cerro Alcalá; el Príncipe, a través del guerrero de doble armadura hallado en Cerrillo Blanco; el Héroe y la Diosa también se asocian al yacimiento de Cerrillo Blanco. Cada uno de los cuatro protagonistas se relaciona con la presentación de imágenes complementarias y de materiales de excavaciones arqueológicas recientes, como las del ajuar de la tumba principesca de Piquía, asociado al poder aristocrático; o las hierofanías de la divinidad femenina a través de la estela de Puente de Tablas, con sus rituales en el equinocio de primavera.
La muestra ha sido comisariada por Arturo Ruiz Rodríguez, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Jaén y Manuel Molinos Molinos, director del Instituto de Arqueología Ibérica. Ambos recalcan además el daño que provoca el expolio de los espacios arqueológicos, como queda evidenciado en la última sección de la exposición. Toda una llamada de atención para la defensa de un patrimonio que cada año sufre mermas irreparables.