El Reina Sofía incorpora a sus Colecciones 470 nuevas obras en 2024
Manuel Segade, director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, presentó ayer las nuevas incorporaciones de obras a sus colecciones, 470 de 227 artistas españoles y extranjeros, con un valor cercano a los 8 millones de euros, adquiridas tanto por el Museo como por el Ministerio de Cultura, unido a las donaciones y la aportación en depósitos de la Fundación Museo Reina Sofía, los tres ejes principales para enriquecer a nuestro principal museo de arte contemporáneo español. Más del 50% de las obras adquiridas por el Museo son de mujeres artistas y ese porcentaje se eleva al 72 % de las que compró el Ministerio de Cultura para el museo.
Habitualmente el Museo Centro de Arte Reina. Sofía comunica en ARCO Madrid el presupuesto y la compra de obras de arte durante la feria. En 2024 adquirió obras por valor de 500.000 €, pero a lo largo del año el valor de las obras que han ingresado en las Colecciones está en torno a los 8 millones de euros. Son en total 470 piezas de artistas como los españoles Ángeles Santos, José Pérez Ocaña, Colita, Pilar Albarracín, Ana Laura Aláez, Carles Congost, Joan Morey o Cristina Lucas, o artistas extranjeros como André Masson, Alice Rahon, Allan McCollum, Regina José Galindo, Miguel Ángel Rojas o Yasumasa Morimura, entre otros.
Uno de los focos fundamentales, según subrayó Manuel Segade, tanto en las obras compradas por el Reina Sofía como en las que gracias al Ministerio de Cultura ha primado la incorporación de mujeres artistas, especialmente del panorama nacional, aunque no exclusivamente. De esta forma, excluyendo las obras adquiridas por subasta cuyo único criterio es el de la oportunidad de la salida al mercado y la urgencia de su incorporación a los fondos públicos, las artistas mujeres suponen el 56% de las adquisiciones del Ministerio y el Museo.
A lo largo de la presentación, el director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, desgranó cómo se van enriqueciendo las Colecciones del Museo y que lo hace mediante tres vías: adquisiciones con recursos económicos propios y donación de obras a la institución; compras con recursos económicos del Ministerio de Cultura, que incluye tanto las compras en la feria ARCO como las subastas aprobadas por la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico; y por último los depósitos de obras de la Fundación Museo Reina Sofía, tanto adquisiciones como donaciones, que siguen un riguroso proceso siempre bajo el control del Museo y de su Real Patronato del Reina Sofía.
El objetivo principal de las adquisiciones del Museo Reina Sofía ha sido incorporar obras de artistas de las últimas décadas que todavía eran una laguna en los relatos de las Colecciones. De esta época se han sumado obras de artistas españoles como Joan Morey, Carles Congost, Ramon Guillén-Balmes o Rubén Grilo. Respecto a los artistas jóvenes, Manuel Segade mención dos consideraciones que son importantes a la hora de seleccionar piezas para las Colecciones: la primera es que sean claves en la trayectoria de ese creador y que esas obras tengan una relación con el relato de las mismas.
Además hizo especial hincapié en la adquisición de artistas mujeres españolas -desde los años 80 hasta la actualidad- que, o bien no tenían representación en el Museo o, si la tenían, estaban débilmente representadas. Es el caso de artistas como Pilar Albarracín, Elena Mendizábal, Alicia Framis, Ana Laura Aláez, Susy Gómez, Cristina Lucas, Belén Uriel, Tamara Arroyo, Nieves Correa o Cabello/Carceller, entre otras.
El refuerzo de los discursos artísticos que proliferaron durante los años 70 en la Transición se incrementa con la experimentación con la escultura de Sergi Aguilar o en las instalaciones de Josep Ponsatí, con la pintura pop de Carme Aguadé. E incluso representantes de las contraculturas del momento como José Pérez Ocaña, Carlos Forns Bada, Julujama, Roberto González Fernández, Zush, sin dejar de mencionar una serie completa de la fotógrafa Colita, que falleció hace varios meses, y cuya obra se exhibió en la Galeria Pecanis de México ligada al exilio español.
En cuanto a la modernidad, es de destacar la compra de tres pinturas realizadas en los años 50 por Helios Gómez y tituladas Mujer con cántaro, árbol muerto y desnudo, Mujer desnuda con carromato y Dos mujeres desnudas.
Asimismo el Reina Sofia sigue profundizando en los fondos latinoamericanos, a través de las argentinas Ana Gallardo y Alicia Herrero -que traen el feminismo y la ironía como herramientas para explicar tanto las condiciones materiales de su propia trayectoria como la relación con el pasado colonial-, la guatemalteca Regina José Galindo -una de las pioneras del arte del cuerpo, en la denuncia de la violencia contra las mujeres desde comienzos de los años 90-, y el colombiano Miguel Ángel Rojas -con la denuncia de las condiciones de vida en una nación en conflicto. Por último, Elisa Montessori es un nombre relevante de la poética de la naturaleza en la tradición del arte Povera italiano.
El Museo Reina Sofía como entidad pública puja en las subastas ante oportunidades clave para las narrativas de sus colecciones, adquiriendo piezas de la cubana Antonia Eiriz, de españolas como Carme Cortés i Lladó y Laura Albéniz o de una serie de piezas de poesía concreta de Fernando Millán de comienzos de los 70.
En el capítulo de donaciones mencionar las de la galerista Juana de Aizpuru por un valor aproximado de millón y medio de euros y que incluye numerosas obras de artistas españoles de la década de los 90 y comienzos de los 2000 -generación poco representada en la Colección del Museo Reina Sofía-, algunas piezas históricas de artistas andaluces contemporáneos representados por la galería y, además, un importante grupo de piezas de pintores y escultores alemanes vinculados a la galería desde sus inicios en los años 70.
Otra donación relevante es el de Concha Jerez con una instalación Identidad de un espacio geográfico-La plaza de Colón de Madrid a través de unos elementos burocráticos identificadores de los límites del mismo (1983-1986), que fue su contribución a la mítica exposición Fuera de formato. Y además las 17 obras realizadas y donadas por el artista japonés Yasumasa Morimura (procedentes de la Galería de Juana de Aizpuru) y la particular del coleccionista Juan Várez de la pieza de Fernando Bryce Visión de la pintura occidental (2002). En total se ha recibido la donación de 159 obras de 48 artistas cuyo valor ascendería a 2.700.000 euros
La Biblioteca y Centro de Documentación ha aumentado sus fondos en casi 4.000 obras a través de compras, subastas, depósitos y donaciones, además de la donación de varios archivos y fondos documentales, todo ello por un valor cercano a los 300.000 euros. Entre las donaciones de archivos destacar el del artista Darío Villalba por valor de 110.000 €, además del Archivo y Biblioteca del crítico José Manuel Costa, por valor de 38.000 €. Estos fondos son clave para la capacidad del museo como centro neurálgico de la investigación en arte contemporáneo en el Estado español.
El Ministerio de Cultura por su parte ha invertido 1.137.798,45 euros en 139 obras de 85 artistas, se ha intentado poner el acento en los criterios de oportunidad que ofrecen las diferentes subastas, enfocándose en la adquisición de artistas de las vanguardias históricas y de la modernidad en la Colección, como un desnudo de Joaquín Sunyer, Los gallos rojos (1935) de André Masson o Incendio forestal (1946) de la surrealista francesa afincada en México Alice Rahon.
Se destacó la adquisición del Retrato de la Marquesa de Alquibla (1928), una de las obras tempranas de Ángeles Santos. Ese óleo fue su primer encargo, realizado a una joven de tan solo 17 años por un alto funcionario de Hacienda, amigo de sus padres. La obra emana un aire alemán del período de entreguerras, rezumando erotismo, desde la expresión de la cara maquillada hasta el vestido de encaje con uno de los tirantes caídos. Su incorporación resulta muy relevante ya que hay muy pocas oportunidades para adquirir obras de esta artista.
Las adquisiciones del Ministerio de Cultura para el Museo Reina Sofía han permitido incrementar la presencia de mujeres en todos los períodos que cubre su cronología: desde la pionera de la abstracción en España, Lola Bosshard, quien se suma a dos figuras excéntricas en la figuración de las décadas de los 60 y 70, como Esther Boix o Mari Puri Herrero. En las últimas décadas, Regina Giménez trabaja con el vocabulario de la modernidad aplicada a los procesos educativos; Julia Montilla analiza el fenómeno de los aparicionismos y Ana Laura Aláez las consecuencias morales de la crisis del sida; Sonia Navarro recupera la labor textil como un espacio comunitario y de resistencia para las mujeres; el compromiso político de Eli Cortiñas se muestra en su análisis de la construcción cultural de lo exótico en nuestra cultura visual, mientras que Núria Güell ofrecía posibilidades de salir de la crisis económica de 2008 dando la vuelta a estrategias de especulación financiera. Finalmente, Nora Aurrekoetxea, Sahatsa Jáuregui y Elena Alonso son algunas de las más destacadas artistas de la nueva escultura realizada por mujeres jóvenes en España: todas son nuevos nombres en las colecciones del Museo. Entre las adquisiciones del Ministerio de Cultura destaca también una importante instalación mural del artista estadounidense Allan McCollum formada por 90 dibujos.
La oportunidad de las subastas ha proporcionado algunas obras importantes, como una pintura de María Moreno de 1972, un conjunto de piezas de poesía visual de los años 60 y 70 o incluso una serie de fotografías de J. Laurent y de Clifford que recogen la industrialización del paisaje español a finales del siglo XIX.
El tercer vértice para enriquecer la Colección es el apoyo de la Fundación Museo Reina Sofía, entidad de mecenazgo cultural privada y sin ánimo de lucro, referente de colaboración público-privada, ha adquirido en 2024 un total de ochenta obras de cuarenta y tres artistas con un valor cercano a los dos millones setecientos cincuenta mil euros.
Dentro de ese fondo conviene destacar las donaciones recibidas, que representan un 89%, con una valoración de 2.400.000 €. Y entre ellas mencionar la aportación de un coleccionista particular de Estados Unidos que ha permitido la adquisición de una pintura de Julie Mehretu, Femenine in nine, part 4 (2023) de la importante serie inspirada por el compositor afroamericano Julius Eastman.
En el heterogéneo conjunto de piezas recibidas cabe subrayar, además, las realizadas por los siguientes miembros de la Fundación: Mercedes Vilardell ha aportado una obra del artista estadounidense Hal Fisher de veinticuatro impresiones con pigmentos de carbono, Mitológicas 2 (2023) del brasileño Denilson Baniwa y una escultura-instalación del mismo artista, titulada Amaáka (Coivara), Cápsula de uma memoria em trânsito (2020), esta última donada junto con Juan Carlos Verme; Alberto Cruz, un tríptico de dibujo a lápiz del artista dominicano Jorge Pineda (1992), Paraísos encontrados; María Amalia León – Fundación Eduardo León Jimenes, un conjunto de dieciséis fotografías documentales de los años 60 en Santo Domingo del artista neozelandés Bernard Diederich, más un libro de artista, Hay un país en el mundo.
Poema gris en varias ocasiones, Pedro Mir, 1996, de Consuelo Gotay artista portorriqueña, un conjunto de gráfica boricua y la importante instalación de la artista dominicana Belkis Ramírez de 2001, De mar en peor; Diana López y Herman Sifontes, un conjunto de once vídeos y treinta y cuatro fotolibros de artistas venezolanos; Silvia Gold y Hugo Sigman, una obra pictórica Sin título (El ensayo), ca. 1930, del artista uruguayo Pedro Figari; Mario CaderFrech un vídeo titulado Sí Señor (2014-15) de la salvadoreña Abigail Reyes; Sergio Butinof dos piezas de arte textil de la artista peruana Gaudencia Yupari Quispe; Gabriel Calparsoro un conjunto de ocho xilograbados del artista brasileño J. Borges; Julia Borja una pieza del artista salvadoreño Camilo Minero de 1960, Descanso; Pilar Lladó un conjunto de 4 bordados sobre tela de los colectivos Pontos de Luta y Linhas do Horizonte.
La Fundación Reina Sofía también recibió donación de obra propia, previamente seleccionada y aprobada, de artistas como la pionera de la abstracción colombiana Fanny Sanín y de la artista estadounidense Arlene Shechet.
Respecto a las compras financiadas con los fondos ordinarios aportados anualmente por cada uno de los miembros de la Fundación, las obras adquiridas son de Djanira, Heitor dos Prazeres, Ayrson Heráclito, Gilvan Samico y del colectivo Retratistas do Morro. Este conjunto de obras vino a reforzar las distintas líneas estratégicas de investigación acordadas con el Museo, con foco en Latinoamérica, con especial hincapié en Brasil.
Cabe recordar que todo el fondo artístico es cedido en comodato por tiempo indefinido al Museo y en caso de extinción de la Fundación, todos sus bienes y derechos pasarían a ser propiedad del Museo Reina Sofía, en cuyo patrimonio quedarían integrados. Desde su constitución en 2012 y junto a su homónima en Estados Unidos, Museo Reina Sofía Foundation (USA), la contribución conjunta al Museo supera un valor de 27, 5 millones de euros.