El príncipe Charles salpicado en un escándalo de falsificación
Dumfries House, la sede de la fundación benéfica del príncipe inglés, es una casa/mansión de campo de Palladio en Escocia en la que el heredero al trono guarda su colección de arte y antigüedades. El pasado fin de semana estalló el escándalo tras las declaraciones de un falsificador que afirma ser el autor de unas falsificaciones expuestas en la fundación del príncipe.
Se trata del pintor americano Tony Tetro. Con currículum de delito de falsificación hace 26 años en el que se le condenó sin servirle de escarmiento. Aún se gana la vida en este oficio en el que sorprendentemente no le faltan los clientes.
El caso que nos ocupa es el de un monet, un picasso y un dalí falsos que se han expuesto en la sede escocesa de la fundación del Prince Charles. Tetro afirma haber sido el artífice de esas obras y denuncia a la persona que las destinó allí. Efectivamente, estas piezas no las compró el heredero. Su primer comprador fue James Stunt, exmarido de Petra Ecclestone, heredera de Formula 1. Este le encargó a Tetro estas pinturas , supuestamente porque solo le interesaba el aspecto decorativo y no la autoría. Pero resulta que el exmagnate tenía una seria deuda a varias entidades y particulares (relacionada con el mundo de las apuestas) que sumaba 1,13 millones de euros, así que le prestó a la Dumfries House estas obras, para que tuviesen proyección y después poder venderlas en subasta (como auténticas y a alto precio) para solventar esa gran deuda. Toda esta información ha sido declara por el mismo falsificador. Él se defiende diciendo que desconocía esta intención de Stunt, y que, como decíamos antes, al cliente solo le interesaba el valor decorativo. Estimados como auténticos, el cuadro de Monet estaba tasado en 57 millones de euros, el de Dalí en 14 millones y el de Picasso en 48,6 millones. Entre las 17 obras de la colección de Stunt que donó a la Dumfries House, se sospecha ahora que se puedan encontrar nuevas falsificaciones.
El propio Tetro presentó la denuncia al diario inglés el domingo pasado diciendo que “no quiero tener nada que ver con esto” y que “me dijeron que las obras fueron a Dumfries House pero James sabía que eran mías”. Veremos en qué desenlaza esta historia, pero claro está que el escandalo se agrava con la corona inglesa envuelta en él.