De izquierda a derecha: Andreu Mas Colell, conseller de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Catalunya; Francisco González, presidente de la Fundación BBVA; y Jaume Freixa, presidente de la Fundación Joan Miró.
EL OBJETO, PUNTO DE PARTIDA EN LA OBRA MIRONIANA
La Fundación Joan Miró y la Fundación BBVA inauguraron el pasado martes la exposición Miró y el objeto, con la presencia de Francisco González, presidente de la Fundación BBVA y Andreu Mas Colell, conseller de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Catalunya. Francisco González ha destacado que “la colaboración con la Fundación Miró se inscribe en el amplio programa que mantienen el grupo BBVA y nuestra Fundación con la sociedad catalana”. El presidente de la Fundación Joan Miró, Jaume Freixa, resume el mensaje de la exposición explicando que “el objeto adquiere un valor muy especial, tanto por aquello que tiene de cercano, de valioso en su simplicidad, como por el variado juego que le da Miró en su obra”.
Miró y el objeto, comisariada por William Jeffet, experto mironiano y responsable de exposiciones del Dalí Museum de St. Petersburg, profundiza monográficamente en la indagación de Miró en torno al objeto, persiguiendo su presencia y evolución en todas sus etapas artísticas. La muestra estudia el recorrido evolutivo desde la representación pictórica del objeto hasta la incorporación física del mismo en las obras, a través de distintas técnicas como collage, assemblage, cerámica o escultura.
Miró, siempre inclinado hacia los más variados objetos, los iba recopilando a lo largo de su vida para ambientar su taller con un fin creativo, lo que nos recuerda la tendencia dadaísta y surrealista por encontrar valor estético a estos objetos descubiertos accidentalmente en el día a día, así como su utilización como elementos de inspiración artística. El mismo autor lo expresa en una de sus cartas, hablando de una fuerte atracción magnética hacia un determinado objeto y la explosión poética o flechazo plástico que ocurre al ligar dos objetos encontrados. Según Miró, esto le producía una conmoción especial por la que se hacía posible una inspiración.
La exposición investiga en concreto cómo Miró pasa de la representación pictórica del objeto a la introducción del mismo en la obra, novedad que en la época suponía un desafío total a las artes plásticas. El autor expresó esta idea diciendo: “quiero asesinar la pintura”, de esta forma, como decíamos, comienza a utilizar en un primer momento el collage y el assamblage en su obra, eligiendo gradualmente materiales más heterodoxos. En la década siguiente, apostará por la escultura y la cerámica interpretándolo como un “segundo asesinato de la pintura” o una “expresión poética más allá de la pintura”. Este reto le convirtió en un artista innovador y revolucionario.
La muestra contiene 121 obras que engloban pintura, escultura y cerámica procedentes de colecciones europeas y americanas realizadas entre 1916 y 1981. Además, la exposición también reúne una selección de 70 objetos originales que recolectó el artista a lo largo de su vida, junto a dos series de fotografías de los años sesenta de Claude Gaspari y Planas Montañá, que documentan el proceso de trabajo del autor. Asimismo, en el recorrido encontramos una película y un documental, además de un vídeo que divulga las tesis principales del proyecto.
La selección del comisario permite contemplar obras nunca vistas en España como Retrato de una bailarina de 1928 o Los juguetes de 1924. Destacan como obras importantes La espiga de trigo y La lámpara de carburo, junto con dos naturalezas muertas de 1922-1923 llegadas del MoMA. Entre sus obras de madurez cabe destacar Cuadro-objeto de 1972 y Les oiseaux de proie de 1970. El proyecto se completa con una publicación que ofrece textos testimoniales interactivos y de análisis. La Fundación Miró ha programado una serie de actividades de danza y teatro en el interior de las salas.
Miró y el objeto podrá visitarse en la Fundación Joan Miró de Barcelona hasta el 17 enero 2016. Ana Robledano Soldevilla