Carlos de Haes.
EL MUSEO DE MÁLAGA SE ABRE AL PÚBLICO REMOZADO Y REHABILITADO
Entre sus fondos, destacan las obras de Picasso procedentes del Legado Sabartés y cerca de 150 piezas del Prado cedidas en depósito.
El Museo de Málaga, el nuevo nombre que recibe el veterano Bellas Artes del Palacio de la Aduana, se abre al fin al público tras 19 años de espera, diez años de rehabilitación y una inversión cercana a los 40 millones de euros. Todo ello bajo la gestión de la Junta de Andalucía. Fue el Ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, el encargado de inaugurarlo, junto a la presidenta Susana Díaz.
El centro se convierte así en la quinta pinacoteca más grande de España y la mayor de Andalucía, por supuesto. Integra los fondos del Museo Arqueológico Provincial y los del Museo de Bellas Artes de Málaga. Cuenta con 18.400 metros cuadrados de superficie, unas 2.000 pinturas y cerca de 15.000 piezas arqueológicas –entre ellas, restos paleolíticos, romanos y fenicios– de las que se exhiben 2.000. De su colección de pintura, que abarca desde los siglos XIX hasta el arte contemporáneo, se expone solo una décima parte. Sobresale la producción de vanguardia de José Moreno Villa y la colección de obras de Picasso procedente del Legado Sabartés.
Aunque todavía no se sabe con seguridad cuáles van a ser las primeras exposiciones, sí parece que hay una muestra programada con obras del Prado, en depósito en el Museo de Málaga. Se comenta que serán alrededor de 150. Entre los autores que la componen están Antonio del Castillo, con el óleo sobre lienzo Adoración de los Pastores –actualmente en una exposición temporal del Museo de Bellas Artes de Córdoba–; Juan Correa de Vivar –San Pedro curando a un paralítico–; Luis de Morales y su Ecce Homo o Bartolomé Esteban Murillo (San Francisco de Paula).
Aunque la lista podría ser interminable, por la calidad e importancia de las piezas, resulta imposible no citar algunas más: Anton Van Dyck –San Francisco en éxtasis–; Vicente Carducho –San Bruno–; Vicente Palmaroli y González –Mujer envuelta en un mantón–; José de Ribera –San Juan Evangelista–; Federico de Madrazo –Retrato de Antonio Cánovas del Castillo–; Carlos de Haes –Torremolinos–; Daniel Zuloaga y Bonetti –Sala Gaspiarini del Palacio Real de Madrid–; José Moreno Carbonero –Gladiadores después del combate– o Picasso (El viejo de la manta). MPR