El legado Thannhauser viaja a Bilbao
El Museo Guggenheim Bilbao presenta De Van Gogh a Picasso. El legado Thannhauser, la exposición que permitirá ver por primera vez fuera de Nueva York la mayoría de las obras de la célebre Colección Thannhauser, donada hace más de 50 años a la Solomon R. Guggenheim Foundation. Con el patrocinio en exclusiva de la Fundación BBVA, El legado incluye casi 50 obras de algunas de las grandes figuras del Impresionismo, Posimpresionismo y de maestros modernos, como Paul Cézanne, Edgar Degas, Édouard Manet, Pablo Picasso y Vincent van Gogh.
Justin K. Thannhauser, galerista y marchante reconocido en Berlín, fue uno de los mecenas más importantes de los artistas bohemios residentes en Francia de finales del siglo XIX y principios del XX. En sus galerías organizaba exposiciones de Paul Gauguin, Henri Matisse, Pablo Picasso o Claude Monet entre muchos otros. Las operaciones comerciales se vieron dificultadas por el ascenso al poder de un gobierno nazi inclinado a eliminar el “arte degenerado” de la vanguardia. La galería Thannhauser de Berlín cerró sus puertas en 1937 poco después de que Justin K. Thannhauser y su familia emigraran a París; finalmente se trasladó a Nueva York en 1940 donde se estableció como marchante privado de arte.
La colección fue legada a la Solomon R. Guggenheim Foundation por Justin K. y Hilde Thannhauser. Las obras de la Colección Thannhauser se centran en autores de la vanguardia que buscaron liberar el arte de los géneros y medios académicos de finales del siglo XIX. Estos autores exploraron los efectos cambiantes de los fenómenos naturales y cómo representar el espectáculo de la ciudad en transformación a comienzos del siglo XX, empleando recursos estilísticos, como la pincelada suelta, y prácticas innovadoras, como la fragmentación del plano pictórico.
Es la primera ocasión en que una selección significativa de la célebre Colección Thannhauser se exhibe fuera de Nueva York desde su ingreso en el Guggenheim en 1965, hace más de 50 años.
La primera sala se dedica a la selección de Posimpresionismo y arte moderno temprano. Plasma la diversidad de estilos artísticos surgidos como reacción a las dos corrientes dominantes en el arte de aquel momento: el naturalismo académico y la devoción de los impresionistas por el mundo natural. Artistas como Paul Gauguin y Vincent van Gogh, protagonistas de exposiciones fundamentales organizadas in los primeros tiempos de la galería Thannhauser de Múnich, volvieron su mirada artística hacia el interior.
Durante su convalecencia de una aflicción mental, Van Gogh pintó Montañas de Saint-Remy (1889), que evoca el estado emocional del artista, a través de una pincelada dinámica y de la aplicación de pintura muy densa. De manera similar, Georges Braque en su pintura fauvista Paisaje cerca de Amberes (1906) emplea colores vibrantes y expresionistas, y deconstruye el paisaje para dotar a la luz de una sensación de textura.
Todas las pinturas han dado pie a investigaciones densas y rigurosas, según Lucía Aguirre la co-comisaria. En el maravilloso lienzo de Manet Dama frente al espejo, se puede descubrir un arrepentimiento o corrección del artista en la mano de la mujer que se desata el corsé.
La siguiente sala centra la atención en Picasso, que por cierto fue un gran amigo del marchante. Entre las obras destaca La langosta y el gato, que fue un regalo de bodas del artista cubista al galerista. No podemos obviar una de las obras más importantes de la carrera del pintor: Le Moulin de la Galette (1900). Refleja la fascinación del joven Picasso por la decadencia y glamour chabacano de la vida nocturna parisina.
Hasta el 24 de marzo de 2019.