El LACMA adquiere dos retratos precursores de las pinturas de castas

El LACMA adquiere dos retratos precursores de las pinturas de castas

El museo californiano suma a sus colecciones Mujer criolla de la ciudad de Guadalajara y Hombre criollo de la Ciudad de México de Manuel de Arellano. La venta la ha llevado a cabo la galería Colnaghi.

La pintura de castas es uno de los géneros más característicos del arte colonial americano.

Durante el siglo XVIII los cambios demográficos al otro lado del Atlántico junto con el creciente espíritu científico, llevó a la creación de retratos anónimos que ilustraban no solo las diferentes mezclas de etnias, sino su jerarquía.

Ahora, el LACMALos Ángeles County Museum of Art– ha incorporado a sus colecciones los que podrían ser sus primeros precursores gracias a la intermediación de la galería Colnaghi.

Se trata de una pareja de retratos anónimos de Manuel de Arellano, miembro de una saga de pintores asentada en Ciudad de México. En vez de representar a dos comitentes, las efigies son la plasmación de dos tipos sociales y étnicos, tal y como explican en italiano las filacterias que coronan a las figuras: Mujer criolla de la ciudad de Guadalajara hija de un vizcaíno y una criolla y Hombre criollo de la Ciudad de México capital del América hijo de un portugués y una criolla.

Datados hacia 1710, preceden en al menos un año a las consideradas como primeras pinturas de castas: la pareja chichimeca del Museo de América y el Diceño de mulata del Denver Art Museum atribuidas al mismo autor.

Su composición de falso óvalo, tradicionalmente reservada para representar a individuos distinguidos, sirve en este caso para poner en valor a una clase urbana creciente y con aspiraciones.

La indumentaria de ambos habla no solo de privilegio –la espada y el traje de tres piezas a la francesa con el distintivo de la Orden de Santiago de él; el perro, las perlas y sedas de ella–, sino de hibridación con la presencia del tabaco y los tejidos geométricos tradicionales de la élite precolombina.

Se desconoce quién pudo ser el comitente de los retratos, aunque Ilona Katzew, conservadora y jefa del departamento de adquisiciones de arte latinoamericano, apunta a que puede haber una pista en el uso del italiano en las filacterias.

No obstante, el idioma se mezcla con el castellano en una inscripción que queda cortada y solo se puede leer cuando los lienzos se juntan: «Ni me presto ni me doy, solo de mi dueño soy». Su posición puede apuntar a que en origen las telas eran una sola y su contenido podría simbolizar una unión matrimonial.

Manuel de Arellano. Hombre criollo de Ciudad de México. Hacia 1710. Óleo sobre lienzo. 109 x 84,5 cm. Los Angeles County Museum of Art, gift of the 2025 Collectors Committee with additional funds from an anonymous donor. Imagen cortesía de Colnaghi, Madrid.
Manuel de Arellano. Mujer criolla de la ciudad de Guadalajara. Hacia 1710. Óleo sobre lienzo. 109 x 84,5 cm. Los Angeles County Museum of Art, gift of the 2025 Collectors Committee with additional funds from an anonymous donor. Imagen cortesía de Colnaghi, Madrid.