El Reina Sofía adquiere varias obras del Grupo Trama
La pinacoteca madrileña compra al psiquiatra Javier Lacruz más de un centenar de cuadros y 200 dibujos de este grupo de artistas surgido en los años setenta del siglo pasado. Parte de dichas obras ya se encontraban expuestas de forma permanente en el Reina Sofía, y junto a ellas, llegarán no solo nuevos lienzos del colectivo, sino también una serie de documentos sobre ellos.
El Grupo Trama (1973-1978), que recibe su nombre de la revista en la que volcaban su arte y pensamiento –y cuyo título se inspiró, a su vez, en la urdimbre de tejidos con la que se componen los lienzos–, estaba compuesto por los pintores Xavier Grau, José Manuel Broto, Gonzalo Tena y Javier Rubio. También les acompañaba el periodista Federico Jiménez Losantos.
Todos ellos, menos Grau, eran aragoneses que habían acudido a Barcelona en busca de la libertad de la gran ciudad. Querían descubrir que, tal y como afirmó el propio Losantos, «la libertad la poníamos los que íbamos allí buscándola».
Previamente habían recibido nombres como Cosmos o Pirineos –con cierta ironía, pues en esta cordillera montañosa se encuentran tanto el valle de Broto como el de Tena–, y durante los cinco años que estuvieron en activo renovaron el arte abstracto español.
Dieron cuenta de cómo el estructuralismo francés y el psicoanálisis influyeron en la abstracción durante el siglo XX en nuestro país, dando lugar a la tendencia denominada como pintura-pintura. Además, su movimiento tuvo también tintes políticos y de crítica social, basados en la influencia de pensadores como Lenin, Marx o Mao.
La primera exposición del grupo tuvo lugar en la galería Atenas de Zaragoza. Dos años después, sus trabajos se mostraron –avalados por Antoni Tàpies– en la Maeght de Barcelona y en la Bienal de Venecia.
Este grupo ya contaba con un espacio propio dentro de las obras expuestas en el Museo Reina Sofía, desde que hace una década su directo, Manuel Borja-Villel, pidió al psiquiatra y coleccionista Javier Lacruz la oportunidad de exponer permanentemente algunas de sus piezas del colectivo.
Sin embargo, el pasado mes de noviembre, antes de abandonar la institución, el propio Borja-Villel acordó con el coleccionista la compra de estas piezas. A ellas se sumarían todas las que Lacruz posee firmadas por el grupo de Trama, pues considera que no tiene sentido separar la colección.
Lacruz ha dedicado su vida a estudiar los autores que le interesan, así como a reunir diferentes documentos sobre ellos. Ha puesto en valor artistas como el Equipo Realidad, el Grupo Pórtico, Víctor Mira y, por supuesto, el Grupo Trama.
Según explica él mismo mismo en unas declaraciones realizadas a El Heraldo, «pude comprar todas sus obras emblemáticas porque entonces no le interesaban prácticamente a nadie más que a mí. Ser coleccionista no es cuestión de dinero. Si no las hubiera adquirido, creo que se hubieran perdido, porque entonces no las coleccionaba nadie». Estos documentos, junto a las obras recientemente adquiridas, formarán parte de una exposición monográfica de este grupo en un futuro.
Sobre este acuerdo, el propio Lacruz afirma que «un coleccionista no lo es para toda la vida. Compra obras, las disfruta durante un tiempo y, por sentido natural, si merecen la pena, acaba poniéndolas de alguna manera al alcance de todo el mundo.»
Aclara que la colección bien pudo haberse quedado en Aragón, tierra natal de la mayoría de los componentes del grupo, pero no encontró ninguna institución interesada. «En todas las inauguraciones las he ofrecido a viva voz: en Teruel, en Huesca, en Zaragoza… Quizá ‘desidia’ sea la palabra que define lo que me he encontrado». Sofía Guardiola