El Chardin de récord se devuelve
Melón Cortado, el bodegón que hace 10 meses superó hasta tres récords en subasta –de artista a nivel mundial, de Old Masters en Francia y de una pintura francesa del siglo XVIII– ha tenido que regresar al hogar de los mismos dueños que lo pusieron a la venta en Christie’s. Nanni Bassani Antivari, el inversor que ofertó los 26,7 millones de remate, se ha declarado insolvente y no ha pagado.
Alcanzó el Olimpo del mercado del arte por partida triple, pero ha tenido que regresar al hogar sin premio de consolación. No es culpa suya ni de su calidad, que desde luego es indudable. Tampoco de la casa de subastas que lo ofreció el pasado mes de junio, desatando una guerra de pujas entre dos compradores que elevaron el precio hasta los 26,7 millones de euros que ofreció Nanni Bassani Antivari.
La venta de Melón Cortado fue todo un acontecimiento aquel 12 de junio de 2024 en Christie’s París. Desde el principio, acaparó el interés de muchos coleccionistas e instituciones, incluido el Kimbell Museum de Fort Worth (Texas), por eso las ofertas se prolongaron durante diez minutos. Además, dispararon el remate de unos ocho millones estimados a la baja hasta la cifra final de ocho dígitos.
Claro, al día siguiente copó los titulares de muchos periódicos, porque aquel sencillo bodegón de frutas magistralmente pintado por el autor parisino, consiguió acumular tres hitos hasta el momento inéditos: récord mundial de Jean Simeon Chardin, récord de una obra de Old Master vendida en Francia y récord de una pintura francesa del siglo XVIII.
LOS VENDEDORES DE LA PINTURA Y CHRISTIE’S HAN ACORDADO DE FORMA AMISTOSA DEVOLVER LA PINTURA A LOS PROPIETARIOS, A PETICIÓN DE ESTOS»
Ahora resulta que esta naturaleza muerta de Chardin se ha devuelto, rebajando de nuevo el título de obra más cara del artista a las fresas conservadas en el Louvre. ¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué Melón Cortado ha regresado a manos de sus propietarios? Parece que el último pujador que se hizo con el lote –el mencionado promotor inmobiliario, por cierto, afincado en Suiza– se ha echado atrás. Aduce no tener dinero para pagarlo.
Ya en diciembre del año pasado, seis meses después de celebrarse la subasta, Christie’s tuvo que emprender acciones legales contra él por impago. El bodegón seguía en sus dependencias parisinas, había acumulado gastos de demora e incluso multas, y Bassani Antivari seguía sin hacerse cargo de la deuda.
Según The Art Newspaper, el inversor italiano tenía problemas económicos debido a una deuda millonaria contraída con su exsocio, el magnate de las tecnológicas Andrea Pignataro, y no estaba en condiciones de pagar el cuadro. Es cierto que manifestó en más de una ocasión sus buenas intenciones, pero el dinero nunca llegó.
Los detalles y la intrahistoria de este caso tan excepcional como apasionante no han trascendido. Y, aunque cabe la posibilidad de que el lote se haya ofrecido al segundo pujador –meras hipótesis–, lo único que ha confirmado la casa de subastas a ARS Magazine ha sido que la obra ha regresado a sus dueños. «Los vendedores de la pintura y Christie’s han acordado de forma amistosa devolver la pintura a los propietarios, a petición de estos. Las partes lamentan esta situación injustificada, creada por el comprador del Melón cortado de Jean Simeon Chardin«.
Pero no perdamos la esperanza. Si este Chardin de récord ya ha tocado el podio de los Old Masters una vez, quizá en el futuro lo haga de nuevo. Estaremos atentos. Sol G. Moreno